Barcelona volvió a acoger el pasado 26 de enero Pest Control Innovation Forum (BPCIF), un evento puesto en marcha en el 2013 por la Associació Catalana d´Empreses de Salut Ambiental (ADEPAP). Las jornadas, que dieron voz a los mayores expertos en control de plagas, buscaron suscitar conversación diálogo y generar conocimiento en torno a las preocupaciones del sector, sus demandas, así como los nuevos avances tecnológicos y científicos.
Este año participaron en el evento expertos de la talla de Albert Ponjoan de Sagarra, presidente de la Asociación de Empresas de Control de Plagas de Catalunya (ADEPAP). Junto a él estuvo Manuel García Howlett, Analista de Datos, experto en TIG, Salud Ambiental y Ordenación del Territorio y Responsable de digitalización en control de plagas.
Global Pest Management Coalition, definiendo la profesionalidad del sector
Albert Ponjoan de Sagarra, quien dirigió la cooperación entre las asociaciones españolas ANECPLA y ADEPAP con la norteamericana NPMA, expuso durante las jornadas las conclusiones del último informe de Global Pest Management Coalition (GPMC) , que toma forma gracias al último marco global para los estándares de control de plagas elaborado por la entidad.
Gracias a este y otros proyectos la organización trata no solo de promover la profesionalidad del sector de plagas, sino también de compartir el conocimiento aportado por sus miembros y concienciar sobre la importancia del control de plagas para proteger los hogares, comercios y personas de los riesgos asociados tanto a plagas como biocidas.
Desde GPMC se ha trabajado por desarrollar toda una serie de estándares que describen el sistema a utilizar por las compañías para garantizar que los profesionales en el control de plagas de todo el mundo se encuentran preparados. En definitiva, se trata de un sistema que define la profesionalidad y señala las aptitudes, experiencia, formación mínima y educación, las recertificaciones que necesitan los perfiles laborales del sector, así como los requisitos que toda empresa debe cumplir para poder ofrecer servicios en control de plagas.
Salidas profesionales y perfiles más demandados
Estos mismos estándares garantizan la organización profesional de la empresa a través de cuatro niveles. Un tipo de ordenamiento que sirve no solo para acotar, sino también para estructurar debidamente el nivel de conocimiento y experiencia que se requiere por cada profesional.
En un primer nivel se encuentra aquella persona que comienza en el sector y, por tanto, sin experiencia en el mismo. Se trata de un perfil que tendrá que trabajar bajo supervisión de alguien con Nivel 2, realizar 25 horas de formación completa, enfrentarse a un examen en Control Integrado de Plagas (CIP) o realizar una evaluación física cada dos años. A su vez, deberá mantener y ampliar el conocimiento aprendido a través de diferentes modalidades de formación.
Se trata de una oportunidad para aquellas personas que carezcan de titulaciones ya que, para poder ejercer tan solo sería necesario obtener un certificado de profesionalidad de tipo 2 o Técnico que, aunque no corresponda a una formación reglada, es equiparable a un título de formación profesional de grado medio. Gracias a esta certificación de profesionalidad cualquier persona podría conseguir las competencias para preparar, transportar y aplicar medios y productos destinados al control de plagas.
En un segundo nivel se encuentran los líderes de equipos, un perfil que debe de contar con un mínimo de un año de experiencia laboral. En su formación se incluyen algunos temas más específicos de la posición como temas sobre liderazgo, coaching, inteligencia emocional, dinámicas de grupo o gestión de personal. A su vez, junto al examen básico de CIP, deberá aprobar al menos un examen de especialización (fumigación, mosquitos, madera, etc) y mantener el conocimiento adquirido a través de distintas modalidades de formación ya con temas específicos de este Nivel 2.
En un tercer nivel se encuentran los Directores Técnicos, responsables de supervisar las actividades de la empresa. Se trata de un perfil que requiere de título universitario o de cuatro años de experiencia, dos de ellos al menos en Nivel 2. A su vez, se demandan formación en organización de personas, equipos, maquinaria y métodos de trabajo. Además, deberán enfrentarse a exámenes que certifiquen su desempeño en funciones de análisis, protocolos, gestión de personal o documentación.
Por último, en un cuarto nivel, se encuentra el Máster. Se trata de un perfil profesional ocupado por personas con reconocido prestigio. En el caso de que una persona provenga del mismo sector, puede asumir una posición así gracias a haber ocupado el Nivel 3 o haber desarrollado una carrera profesional en la universidad. En el caso de no provenir del sector, normalmente son personas con un perfil experto en tecnología, medicina, ingeniería, etc.
Al final, el sector de la higiene ambiental no ha parado de crecer y ha acabado por configurarse como uno de los que más oportunidades ofrecen a profesionales con o sin experiencia previa en el mismo mercado. Tal y como se ha demostrado, las personas que forman parte de una plantilla así son heterogéneas en todos sus aspectos, no importa dónde estudiaron, cuál fue su formación o qué experiencia previa tienen.
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