El lenguaje es la acción que tiene el poder de abrirnos o cerrarnos oportunidades.
“El lenguaje positivo es el lenguaje que alivia el sufrimiento, el dolor y la soledad… la aceptación de que la vida es vulnerable y frágil, que está llena de dificultades y problemas que acaparan nuestra visión (…), pero también de que somos capaces de ver, entender y comunicar el lado favorable de las cosas y elegir las mejores palabras para construir y narrar una buena historia de vida.” Luis Castellanos
De aquí la importancia de prestar atención a cómo te hablas, puesto que el poder del lenguaje pocas veces lo utilizamos a nuestro favor. Está científicamente comprobado que el 95% de nuestro lenguaje es inconsciente y el 5% restantes es a nivel consciente.
Si vas tomando consciencia sobre cómo te hablas y qué tipo de lenguaje utilizas con tus equipos, conseguirás el poder de una comunicación cada vez más positiva para generar relaciones más efectivas.
A nivel de salud, son múltiples los efectos físicos que podrían generarte un mal uso del lenguaje, pero en este artículo me centraré sólo en algunos de ellos.
El uso negativo del lenguaje acelera tu ritmo cardiaco, aumenta el cortisol (hormona del estrés), reduce tu capacidad de concentración, ocurren más fallos en tu memoria y el aparato digestivo se vuelve más vulnerable.
En este sentido, algunas señales de la utilización de un lenguaje negativo es el aumento de tus quejas, críticas y excusas, en tu día a día.
Y si piensas en tu reputación y en tu marca personal, ¿Te has planteado cómo es la repercusión de tu lenguaje en tus equipos y en su bienestar?
Para cambiar de un lenguaje negativo a uno positivo, es importante que vayas tomando responsabilidad sobre tu comunicación y así empezar a empoderar tu lenguaje y crear una realidad más positiva. Veamos cómo conseguirlo con algunas claves:
Cinco claves para conseguir una comunicación más positiva
- Lenguaje Responsable: cuando hablas en primera persona del singular adoptas un lenguaje que te empodera donde tú te haces responsable de lo que dices.
- Declaraciones de sentimiento: cuando transmites tu mensaje desde cómo te sientes, adoptas una comunicación más asertiva.
- Reforzar las aportaciones de tus equipos o clientes con mensajes positivos favorece la relación de confianza para dar paso a conversaciones de colaboración en las que se enriquecen ambas partes.
- Precisión en tu discurso: si lo que te ocurre es que te dispersas o divagas hasta encontrar la manera de transmitir tu mensaje, quizá sea interesante tener un foco claro. Pregúntate primero qué quieres transmitir y qué quieres que recuerde tu interlocutor. Un mensaje preciso es contar contenido relevante de manera sintética. De esta manera conseguirás mejorar la atención de tu audiencia.
- Garantiza la respuesta: aunque es cierto que recibimos numerosos mensajes en el día y por diferentes dispositivos y redes sociales, no todas las personas contestan todos los mensajes. Es muy importante empatizar con quién te envía el mensaje y darle una respuesta, aunque sea algo como “gracias por tu mensaje, te daré una respuesta lo antes posible”.
¿Te has planteado utilizar las preguntas como herramienta para mejorar tu comunicación positiva?
A través de las preguntas abiertas podemos mejorar la comunicación en nuestras relaciones profesionales e incluso la relación contigo mismo.
Las preguntas son una excelente herramienta y nos permiten mantener conversaciones más enriquecedoras, nos ayudan a explorar nuevas oportunidades que de otra manera no conocíamos.
Preguntar te permite cambiar estados de ánimo, empoderarte, sacarte de bloqueos, ver nuevos puntos de vista, hacerte reflexionar, valorar creencias, conocer tus luces y tus sombras, descubrir lo que realmente deseas y tomar acción.
Tu forma de hablar crea tu realidad
En ocasiones te identificarás usando palabras que crean barreras en tu comunicación diaria. Tomar conciencia de ello es lo que te permite cambiarlo usando palabras facilitadoras que te servirán para crear una nueva realidad. Te animo a que lo practiques.
Con estas pautas también puedes ayudar a tus equipos a que tomen conciencia de su comunicación y cómo mejorarla y que el equipo refuerce su comunicación.
Como conclusión: Las palabras y la comunicación positiva contribuyen a mejorar mi bienestar, mi salud y mis relaciones y me permiten crear la realidad que quiero vivir. Lo que digo y cómo lo digo impacta directamente sobre las relaciones con los equipos.