En 2020 la vida cambió para muchos. La llegada del coronavirus no solo supuso un choque personal y económico en el ámbito sanitario, también en el laboral, algo que se apreció con más intensidad en países como España, donde el teletrabajo apenas estaba asentado hasta entonces.
Esta situación alteró la vida de muchos trabajadores, que tuvieron que afrontar los ERTE, más carga laboral e incluso un teletrabajo que, en muchos casos, se implantó de manera precipitada. Un marco de inestabilidad laboral que provocó que muchas personas se replanteasen sus vidas y si sus empleos merecían realmente la pena. En los primeros seis meses de 2022, las dimisiones de trabajadores con contrato indefinido han ido incrementándose hasta alcanzar niveles récord, según señalan las estadísticas de afiliación media al Régimen General de la Seguridad Social. Pero su evolución queda superada por el auge de las bajas de trabajadores con un contrato fijo discontinuo.
En el 2021 se apreció que algo estaba pasando, sobre todo en países como Estados Unidos donde hubo un claro aumento de las dimisiones de trabajadores con empleo fijo. Estamos hablando de la Gran Renuncia o Gran Dimisión, una tendencia surgida en el país, con más de 47 millones de personas que han abandonado su trabajo, según datos del Departamento del Trabajo del país.
En España, actualmente, se han contabilizado un total de 47.996 bajas por dimisión entre los afiliados medios al Régimen General en los primeros cinco meses del año. Las renuncias aumentan cada día más, y hasta mayo se han contabilizado, 10.951 personas que han dejado voluntariamente sus trabajos, aunque no podemos hablar de una Gran Renuncia como en el caso de Estados Unidos, según las estadísticas de afiliación de la Seguridad Social.
En la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD) se ha visto que la mayoría de esas bajas son jóvenes, que buscan cambios para profesionalizarse y desarrollarse; para mejorar su equilibrio entre la vida personal y laboral. La generación Millenial busca adquirir nuevas experiencias, conocer, cambiar y encontrar un puesto que los haga sentir bien, felices. También buscan mejorar su salario y progresar.
Por eso, la venta directa está siendo una alternativa a la “Gran Dimisión” y se presenta como una opción para el desarrollo personal y profesional de los jóvenes a partir de una dedicación flexible, independiente, heterogénea en un entorno seguro y con bajo riesgo. Supone una alternativa a aquellas personas que buscan incorporarse al mercado laboral dirigiendo su propia microempresa con la orientación, la formación y el apoyo que ofrecen empresas de larga trayectoria en el mercado. Además, se trata de un proyecto inclusivo, donde cualquier persona puede desarrollarse como profesional.
El modelo de negocio de la venta directa se ha consolidado como una alternativa al mundo laboral tradicional, ante el impacto económico que llevamos arrastrando desde años atrás, cada vez más demandada por las personas que apuestan por este sector para emprender y tomar las riendas de su vida laboral y personal.
“El perfil que actualmente está en auge entre los nuevos vendedores de venta directa es el del joven emprendedor. Cuentan con estudios universitarios que buscan su primera oportunidad profesional, no solo en lo que han estudiado, sino que también les permita tomar sus propias decisiones y marcarse sus metas” señalan desde la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD).
Según fuentes de la AVD, los jóvenes que se deciden a emprender en venta directa son los perfiles de edad comprendida entre los 26 y 30 años, según la encuesta realizada por la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD). Además, según señala la encuesta, las mujeres siguen siendo el género que más abunda con un 73% en comparación con los hombres que tan solo un 27% se dedica a la venta directa. La dedicación en este trabajo es de un 90,8% a tiempo parcial, en comparación con un 9,3% a tiempo completo. Además, los datos señalan que el 85% de las personas tienen estudios de nivel medio o superior. En el informe se destaca que los jóvenes suponen menos de un 20% de la fuerza de ventas total del sector.
El sector de la Venta Directa se ha reinventado y ha crecido hasta un 2,8% el pasado ejercicio gracias a la consolidación de un modelo híbrido en España. Según los datos de un estudio llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid, en nuestro país, la Venta Directa acumuló un volumen de ventas de unos 786 millones de euros en 2021, gracias a una red de 260.000 profesionales independientes que permitió superar los 5,7 millones de pedidos anuales, con una media de 130 euros por pedido.
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