En la actualidad, hablar de profesionales no es solo referirnos a sus características técnicas, sino también, y cada vez más, a sus habilidades, potencial y personalidad. ¿Es un candidato motivado? ¿Tiene ilusión? ¿Es constante en sus laborales? ¿Proactivo? ¿Sabe gestionar conflictos? ¿Tiene tolerancia a la incertidumbre? ¿Es conformista? Preguntas como estas son cada vez más comunes entre los reclutadores, pero ¿cómo hallar respuestas a algo tan ‘subjetivo’? ¿Se pueden establecer nuevos criterios de evalución más allá de las dimensiones técnicas?
Os adelantamos que sí y precisamente de todo ello hemos hablado en el webinar ‘¿Cómo tener una mirada nueva sobre la evaluación? Las soft skills y la contribución en el trabajo’, organizado por PerformanSe y RRHHDigital. En el mismo, Gildas Fras, responsable internacional de PerformanSe, ha sido el encargado de desvelarnos las claves de este nuevo modelo de evaluación de profesionales y candidatos, que permitirán a los gestores de personas y reclutadores repensar los criterios de evaluación más allá de lo técnico.
Del encuentro virtual y las opiniones y respuestas de Gildas Fras, pudimos extraer las siguientes conclusiones:
- Hay que evaluar aspectos que van más allá de lo técnico y hacerlo con visión de futuro. Antes, a la hora de evaluar a un profesional todo eran conocimientos técnicos, diplomas… Ahora, en plena guerra por el talento y la amenaza de la ‘Gran Dimisión’ es imprescidible evaluar también aspectos que van más allá de lo técnico, es decir, no solo interesarse por lo que la persona ha hecho antes, durante su trayectoria, sino que «tenemos que mirar lo que alguien podría conseguir y ser en el nuevo contexto, no solamente basarnos en el pasado. Hay que hacer evaluaciones con proyección de futuro«, señalaba Gildas Fras.
- Las soft skills se pueden medir y objetivar. Sin duda es la conclusión que puede englobar este magnífico encuentro. Empleando las herramientas adecuadas de manera correcta podemos capturar datos sobre la personalidad y las motivaciones de los profesionales, así como nuevos datos que contribuyen a la comprensión de us relación con el mundo del empleo. De hecho, según comentaba Gildas en referencia a la herramienta Echo2 de PerformanSe, «el 95% de los evaluados están de acuerdo con la descripción de su comportamiento y el 94% recomienda el eso de esta herramienta para mejorar el autoconocimiento».
- El empleado tiene que tener una visión clara de sus puntos fuertes. El análisis y medición de las soft skills permitirá al empleado conocerse más tanto a nivel personal como profesional, así como vinculares de manera más estrecha a la organización. En términos individuales, añade el responsable internacional de PerformanSe, «obtener esta información impulsará en el profesional el optimismo (ya que ayudará al empleado a mirar al futuro de manera positiva), el sentido de competencia (ya que le permitirá desarrollar confianza para actuar con éxito) o la resiliencia (puesto que mostrará un comportamiento positivo ante lo inesperado y los riesgos)».
- Hay que prestar mucha atención al contrato psicológico. Cuando hablamos del ‘contrato psicológico’ hacemos referencia a todos aquellos elementos implícitos y psicológicos de una relación laboral que no están expuestos en un contrato de trabajo tradicional. En palabras de Gildas, «se trata de esquemas de pensamientos y creencias, basados en nuestra cultura y/o experiencias que permitirá generar una buena ‘correspondencia’ entre lo que busca el empleado y lo que ofrece la empresa, garantizando así la productividad y evitando futuros problemas».
Revive el webinar ‘¿Cómo tener una mirada nueva sobre la evaluación? Las soft skills y la contribución en el trabajo‘
https://player.vimeo.com/video/689351109?h=3ec46bb11a
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