Es posible que pienses que trabajar a éxito es la fórmula que escogen las organizaciones más poderosas y con mayor capacidad de negociación.
La de aquellas que consiguen apretar a sus proveedores (ojo, decimos proveedores, no partners. Luego se entenderá por qué) y conseguir que éstos trabajen contra resultados.
O quizá pienses que es la que utilizan aquellas empresas que consiguen procesos más rápidos, eficientes y rentables.
Pero NO es así. Rotundamente no.
Lo que la verdad esconde, como dice la película, es una realidad totalmente diferente.
Te contamos por qué:
- En realidad, es la fórmula de aquellas organizaciones en las que Recursos Humanos tiene menor peso y no han conseguido aún poner en valor el área de atracción de talento y el impacto de esta en el negocio.
- Es la utilizada por aquellas empresas que no establecen relaciones de partners con sus proveedores y no conocen todavía los beneficios del win-win.
- Es también la de aquellas organizaciones que no apuestan (no pueden o no quieren hacerlo) por un proceso de calidad, y que, evidentemente, no priorizan la experiencia de candidato.
- Y es también la de aquellas que no tienen prisa por cubrir la vacante. Suena increíble, ¿verdad? Ahora te contamos por qué.
Y ya si al trabajo al éxito le añadimos el trabajar sin exclusividad, es que, además, la imagen de marca no es una cuestión prioritaria para ellos.
Llevamos muchos años trabajando en consultoría, hemos visto muchas situaciones de este tipo, y te vamos a contar lo que como cliente puedes esperar cuando trabajas a éxito con una consultora. Sin engaños.
- Si la consultora te dice que sí a todo es que le importas poco. Ten claro que los recursos y, sobre todo, los esfuerzos que pondrán a disposición de tu proyecto no serán los mejores.
- El nivel de calidad será el justito. De otro modo no sería rentable.
- ¿Lo habitual? Realizarán un esfuerzo inicial, y ya después verás como tu proyecto se mueve al “tran tran”. Te mantendrán entretenido, enviándote algún candidato que más o menos se parece a lo que necesitas de vez en cuando.
- Si consigues cerrarlo, te saldrá más caro. Seguro. Con el fee intentarán compensar todo el riesgo asumido previamente.
- Si además es sin exclusividad lo único que conseguirás es pagar un salario más alto al candidato. Claro, estos serán abordados por varias consultoras y aumentarán sus expectativas salariales al sentirse altamente demandados.
- Ah, y un punto importante… Te volverás loco recibiendo CV´s capados con los que es imposible valorar su encaje real. Tampoco te servirán para generarte base de datos ni para chequear que no se están duplicado o si ya han participado en algún proceso anterior.
Poco práctico, ¿no?
Y más si tenemos en cuenta que estamos en un momento en el que el mercado requiere de un posicionamiento diferente, de una buena imagen de marca y de un trato excelente al candidato. Tu objetivo debe ser que estos suspiren por entrar en tu organización y el trabajo al éxito no lo permite.
Esta práctica es muchas veces asumida, que no aceptada, por los players de la consultoría de selección, entre los que es de sobra conocida y compartida la reflexión anterior. Todos sufrimos la frustración que supone que un cliente no valore su servicio de atracción de talento, con el impacto que esto supone en el desarrollo de un ADN organizativo.
Y a través de una comparativa es fácil reconocer esta realidad. Cualquier profesional, ya sea abogado, economista, médico… merece ser reconocido por su trabajo, asumiendo que se gana la vida con ello. ¿Exigimos al médico que nos cure de antemano? Todos los profesionales y empresas tienen ánimo de lucro, y de supervivencia… de otro modo es insostenible.
- Desde nuestra experiencia, establecer verdaderos vínculos de partnership con tus proveedores de servicios de selección te permitirá poner en valor tu propio trabajo, ser reconocido por tus resultados y aprovecharte de beneficios como estos:
- Tu partner será una extensión de ti mismo, comprometido con “tu realidad” y con “tus necesidades”. Estará a tu lado en los proyectos más complejos y singulares, poniendo a tu disposición los mejores recursos de los que dispone.
- Seréis uno, tus éxitos serán los de tu proveedor y viceversa, y por ello se esforzará al máximo por darte lo que necesitas.
- Entenderá tu realidad y tus necesidades casi igual que tú, y esto te hará ahorrar tiempo y esfuerzos. ¿Por qué? Porque sabrá identificar si un candidato lleva tu ADN o no desde el primer momento.
- No se rendirá y trabajará tus proyectos con calidad, intensidad y eficiencia, tratando de mejorar el servicio para legitimarte y mantener tu confianza.
- Se convertirá en tu experto, que te asesorará y no sólo se limitará a ejecutar, sino que pondrá inteligencia en tus proyectos y te ofrecerá información de verdadero valor para tu cliente interno.
- Y sin duda, te saldrá más rentable. Conseguirás cerrar tus procesos a un precio más competitivo.
Dicho de otro modo…
Bienaventurados aquellos que confían en cerrar un proceso trabajando al éxito, porque recorrerán todas las consultoras buscando una solución que nunca llega.
Bienaventurados aquellos a los que les sobra el tiempo y optan por arriesgarse, porque podrán seguir aprendiendo qué es lo que no necesitan.
Si algunas de estas cuestiones te hacen dudar es porque quizá necesitas conocer algo diferente, algo que hace que la selección sea sencillamente eficaz.
Más información: Touch in Touch
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