Hablar del futuro del trabajo es más complejo de lo que parece. En el horizonte próximo asoman varios elementos como son la digitalización, la robótica y la Inteligencia Artificial, las nuevas tecnologías, el teletrabajo, la globalización, las situaciones críticas de salud, como la pandemia Covid-19 que estamos viviendo; y demás factores que están transformando la manera en la que se están realizando las actividades laborales.
Adaptarse a esta nueva realidad implica el desarrollo de habilidades que permitan la integración de equipos de trabajo multiculturales que se encuentren en distintos espacios, la integración de la tecnología para crear una relación productiva entre humano y la maquina, establecer experiencias de consumo presenciales y digitales, entre muchos otros retos que tendrá que superar la empresa y los trabajadores.
En el futuro, en dónde la automatización se impone, lo que importa son las habilidades que le permitan al colaborador tomar mejores decisiones, ser más flexible, ágil, creativo; así como capaz de resolver problemas con un pensamiento crítico con grupos de colaboración en entornos deslocalizados. Por ello, es importante poner atención en el desarrollo de las llamadas Power Skills (habilidades de poder).
“Las Power Skills son las habilidades interpersonales que nos permiten gestionar nuestra propia salud mental, tener una mejor interacción con nuestros compañeros y tomar mejores decisiones, sobretodo en momentos de crisis o alta presión. Incluyen la empatía, la comunicación, la resiliencia, la comprensión de juicios personales, mentalidad positiva, gestión del tiempo y el pensamiento crítico” asegura Irasema González, presidenta de la Asociación Nacional de Bienestar y Desarrollo Organizacional AC. (ASCEND)
¿Cómo impacta en las empresas?
De acuerdo con el estudio Future Workforce Strategy, este tipo de habilidades aumenta la productividad y la retención de talento en un 12%, además ofrecen un retorno de inversión de 250%. Otro estudio indica que las habilidades de inteligencia emocional constituyen casi el 90% de los atributos que distinguen a los líderes de alto rendimiento.
Formar equipos de trabajo integrales es fundamental para el éxito de las empresas. Recordemos que una máquina puede ser usada por diferentes empresas y dar el mismo resultado, sin embargo, el diferenciador estará en el equipo de trabajo de las organizaciones, el dominio del mercado estará en las empresas que satisfagan mejor la demanda de sus clientes y consumidores, así como aquellas que sean más productivas y con un mejor clima laboral.
Las power skills se pueden entrenar. Existen programas de capacitación específicos que permiten afinar y acelerar los procesos de aprendizaje continuo con talleres, cursos y plataformas digitales que ayudan a los trabajadores de distintos niveles jerárquicos para mejorar este tipo de habilidades tanto con programas teóricos, como con casos prácticos para su perfeccionamiento.
¿Qué habilidades de poder son las más requeridas por las empresas?
- Habilidades de comunicación, en las cuales el colaborador sea capaz de transmitir ideas, así como escuchar de manera asertiva.
- Resolución de problemas con una mentalidad de diseño creativo.
- Un liderazgo que permita la gestión de equipos capaces de enfrentar de forma positiva y efectiva cambios y retos del día a día.
- Trabajo en equipo prevalezca prevaleciendo la empatía, el respeto, amabilidad y la aceptación crítica y constructiva.
- Gestión del tiempo, es decir, la capacidad de priorizar actividades para alcanzar los objetivos de la compañía de forma eficaz.
- Negociación con la capacidad de persuadir y argumentar de tal manera que se genere confianza y adaptabilidad.
- Pensamiento crítico con habilidades de reflexión y razonamiento lógico y analítico; así como la humildad para enfrentarse a nuevos escenarios.
Estas habilidades parten de la base de que ya disponemos de suficiente capacidad intelectual y destreza técnica para llevar a cabo nuestro trabajo y, habrá que fomentarlas ya que determinan nuestra flexibilidad para adaptarnos al nuevo cambio laboral. Las personas desarrollan progresivamente mejor este tipo de aptitudes en la medida en que se vuelven más capaces de manejar sus propias emociones e impulsos, de motivarse a sí mismos y de perfeccionar su empatía y sus habilidades sociales. Cada una de ellas puede abordarse con metodologías diferentes a través de retroalimentación, círculos de calidad, método del caso, talleres, coaching.
“El desarrollo de las power skills es un trabajo conjunto entre los empleadores y los colaboradores, de esta manera podremos contar con las herramientas necesarias para afrontar los retos del trabajo para los siguientes años” concluye Irasema González.
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