La actitud es uno de los factores determinantes del éxito. Una mentalidad positiva, que persevere frente a los desafíos diarios que surgen natural e inevitablemente al tener un negocio, permite a los empresarios no sólo sobrevivir, sino prosperar con resistencia y fuerza. John DeSimone, presidente de Herbalife Nutrition, explica cuáles son los cinco factores fundamentales que demuestran que la actitud lo es todo para construir y hacer crecer con éxito un negocio.
- Reconocer los retos. Los empresarios se enfrentan a retos, casi a diario. Lejos de ignorar los problemas que puedan surgir, los replantean y los afrontan. Considerar los retos como oportunidades y no como tareas imposibles puede suponer una gran diferencia para una empresa en crecimiento. La forma en que los líderes -ya sean uno o diez- manejan y solucionan los problemas marca el tono de la empresa y del equipo.
- Fracasar rápido. En cualquier empresa surgen problemas y se cometen errores. Los empresarios ingeniosos no sólo trabajan para solucionar los errores, sino para aprender de ellos. Lo importante es hacerlo como dice el adagio: «fracasar rápido». Esto es esencial para el crecimiento de cualquier negocio: hay que aprender del problema, identificar la causa rápidamente y asegurarse de que no se repita. Los errores ocurrirán, pero afrontarlos y resolverlos rápidamente definirá su negocio.
- Tratar a los demás con respeto. En el ritmo frenético del día a día, a menudo es fácil trasladar el estrés a los demás. Sin quererlo, muchos empresarios pueden imponer órdenes o ser bruscos con el personal debido a la presión y el estrés. Esta actitud puede incluso llegar a los clientes, ya que la impaciencia o la frustración pueden filtrarse en las conversaciones. Todo el mundo exige el máximo respeto, también el equipo. Existen algunas acciones que pueden ayudar a gestionar el estrés, como dar un paseo diario, meditar, hacer yoga o, simplemente, ausentarse 10 minutos del trabajo para cargar las pilas.
- Dar las gracias. Dar las gracias puede parecer sencillo, pero esas palabras son esenciales. Es vital compartir el agradecimiento con su equipo, sus proveedores y, por supuesto, sus clientes. La capacidad para transmitir gratitud tiene un impacto significativo en las relaciones comerciales. Los empresarios de éxito comparten con autenticidad su agradecimiento y hacen saber a los demás que se les valora.
- Disfrutar del viaje. El viaje del empresario tiene muchos baches inesperados en el camino, que puede ser largo y con muchas sorpresas. También puede ser el momento más gratificante de la vida, lleno de aprendizajes y éxitos cruciales. Hay que disfrutar del viaje, de los momentos buenos y de los difíciles, y recordar por qué uno eligió crear su propia empresa. Celebrar los momentos de alegría, aprender de los retos y, lo que es más importante, encontrar y dedicar tiempo cada día a uno mismo. Asistir al entrenamiento y al partido de los hijos o quedar con amigos para comer, son opciones muy gratificantes. El tiempo libre es de cada uno, y es merecido aprovechar al máximo la flexibilidad.
Empezar un negocio es de valientes. Requiere agallas y fortaleza. Por encima de todo, los propietarios de pequeñas empresas saben que su actitud tiene un impacto directo en su éxito. Los empresarios que mantienen una actitud positiva aceptan las experiencias, aprenden de los problemas y se toman tiempo para mostrar su gratitud.
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