Innovar, una palabra que suena optimista, desafiante y a la vez estresante. ¿Cómo hago? ¿Donde está la novedad cuando sentimos que todo esta ya inventado?
Es verdad, es así, estamos sobre informados, todos sabemos de todo y cuando no, lo buscamos en Google. Y ya esta, ya lo sabemos. De esta manera parece no haber motivación. Hasta que das vuelta la ecuación y haces la prueba de ir hacia adentro en vez de hacia afuera.
Los seres humanos tenemos la capacidad de darle vueltas al asunto, de pensarlo de miles de maneras, de ponernos en los pies del otro, de salirnos de nosotros mismos, para llegar a algo relevante, para descubrir. Y aquí aparece esta palabra mágica, descubrir.
Esta comprobado y es una tendencia “el descubrimiento” de uno mismo, ahí es adonde esta la innovación de los próximos años, ver el mundo como un gran estimulo que nos ayude a DESCUBRIR cosas nuevas EN NOSOTROS, habilidades que desconocíamos, información que no sabíamos que teníamos.
Ya es parte de una metodología, de un proceso, empresas como Nawaiam, el videojuego que “descubre” tu perfil conductual es un claro ejemplo de esto. Trabaja exactamente sobre ese territorio, sobre la persona.
Es tendencia porque el mundo se volvió más humano, el mundo respeta más a las personas y lo que ellas traen en su historia, en su sangre, en su apellido, en su origen, en su ADN. Hace unos años esto sería un acto egoísta, pensar solo en uno. Hoy es entenderse más a uno para sacar a relucir un aporte sensacional.
¿Qué hay de innovador en esto? Sólo la sensación de descubrir algo propio genera una energía capaz de mover un entorno. Traer algo nuevo a la mesa, enriquece.
El mundo es un espejo, mira, escucha, toca, huele, cierra los ojos y encuéntrate con la mejor persona que puedas conocer: contigo.
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