«Las soft skills han llegado para quedarse». Esta frase, tendenciosa cuanto menos, no es del todo correcta. Y es que las denominadas habilidades blandas llevan integrando a los equipos de trabajo desde siempre. Siempre hemos necesitado ser empáticos, resilientes, trabajar en equipo, liderar, tener flexibilidad… solo que ahora, al fin, los gestores de personas han empezado a darle la importancia que se merecen.
Aunque muchos ya llevaban años trabajando en este tipo de habilidades, parece que la pandemia ha impulsado la relevancia de las soft skills debido a las circunstancias actuales: un contexto plagado de dificultades, adversidades y entornos cambiantes que provocan que algunas de las habilidades citadas más arriba se vuelvan imprescindibles para realizar cualquier tipo de trabajo. La pregunta ahora es: ¿Cómo deben gestionar las soft skills desde las empresas? ¿Cómo optimizar la gestión de equipos a través de este tipo de habilidades?
De todo ello hemos hablado en el webinar ‘La era de las Soft Skills: descubre la importancia de las habilidades blandas en el nuevo entorno laboral’, organizado por Performanse y RRHHDigital. En el mismo, grandes expertos en talento y gestión de equipos como Rocío Rodríguez, Associate Director Talent de EY; Celia Cisneros, directora de Atracción, Aprendizaje y Desarrollo del Talento de Leroy Merlin; y Gildas Fras, Head of International de Performanse han desvelado, entre otras muchas cosas, cuáles son las claves para la gestión de las soft skills de un equipo. Las descubrimos:
- Evaluar. Lo primero es evaluar cuáles son las habilidades blandas que tienen nuestros empleados. Se puede realizar mediante herramientas de autoevaluación, test, dinámicas de grupo… Desde este punto inicial ya podremos empezar el proceso de gestión de las soft skills de nuestro equipo.
- Medir. Tras la evaluación toca medir. Para ello tendremos que analizar las conclusiones de las pruebas y el seguimiento realizado en el punto inicial para conocer el nivel de soft skills que tienen los empleados, ver cuáles tienen más potenciadas y cuáles necesitan trabajar.
- Feedback. Más allá de la medición por parte de profesionales, es vital atender a la propia opinión de los empleados. Son ellos los que mejor se conocen y, conociendo su feedback, podremos extraer muchas conclusiones que no conoceremos únicamente a través del dato. Las soft skills son habilidades personales y muchas veces, la ciencia y el Data no es suficiente para ello.
- Entrenar. Llega el momento de trabajar todo lo anterior. A través de diferentes herramientas, como puede ser la gamificación, concepto introducido por Rocío Rodríguez según el trabajo que realizan en EY. Toca trabajar las habilidades blandas como trabajamos otras habilidades, conocimientos o actitudes.
- Desechar. Por último, y lo han remarcado los ponentes en el webinar, toca también desechar soft skills. Es decir, no podemos quedarnos con todas. Al igual que no podemos conocer al detalle todos los programas informáticos o todos los idiomas. Con las habilidades blandas sucede lo mismo, toca seleccionar cuáles nos interesan más para trabajarlas y entrenarlas en la búsqueda de los objetivos.
Revive el webinar
Los comentarios están cerrados.