Cada vez más, la demanda del mercado laboral se centra en la búsqueda de talentos creativos e innovadores. Ambas cualidades ayudan a las empresas a diferenciarse frente a todo lo que ya existe. Debido a su importancia, cada 21 de abril se celebra el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, con el objetivo de promover el pensamiento creativo de las personas a nivel mundial. Esta fecha coincide con el nacimiento de Leonardo Da Vinci, una de las figuras más influyentes y creativas de la humanidad. Para conmemorar este día, IEBS Business School, la escuela de negocios digital líder en formación online, explica qué es la innovación y señala cuáles son sus distintos tipos.
Por lo general, se suele asociar objetos, ideas o personas innovadoras con algo tecnológicamente avanzado, y no tiene por qué ser así. La verdadera innovación se define por el impacto que tiene un cambio en la experiencia final de uso por parte del cliente. Es decir, sólo si un cambio mejora la experiencia final, entonces será un cambio innovador.
Pensar que algo innovador es aquello que es muy novedoso y que tiene una gran cantidad de tecnología disruptiva está lejos de la realidad, pues algo muy avanzado no tiene por qué ser innovador por sí mismo. Dicho esto, existen cuatro tipos de innovación:
- En primer lugar, la innovación marginal consiste en mejorar la propuesta de valor de un producto o servicio. Se trata de pequeños cambios que, aunque pueden fracasar, lo harán haciendo poco daño a las empresas. Este grupo engloba desde un nuevo embalaje de producto hasta añadir una pequeña funcionalidad que faltaba o crear un nombre para conceptos que ya existían para hacerlo más atractivo.
- En segundo lugar está la innovación incremental. Este tipo de innovación consiste en incrementar la propuesta de valor de un producto o servicio. Es decir, se trata de sumarle características o mejorar un producto para que sea más atractivo para el cliente y, en su defecto, conseguir que este mejore su experiencia de uso. Hay que tener en cuenta que no siempre que un producto tenga más funciones o haga más cosas será más atractivo.
- En tercer lugar encontramos la innovación disruptiva o radical. Se trata de la más conocida, y consiste en la creación de una propuesta de valor completamente nueva de un producto o servicio. Es una invención con un tremendo impacto que resuelve un problema del que quizá no éramos conscientes y nos damos cuenta una vez lo usamos o sabemos de su existencia.
- Por último, la innovación abierta es una tendencia que ha cogido mucha fuerza estos últimos años y que es cada vez más seguida por empresas de todo el mundo. Consiste en importar nuevos procesos gracias a la cooperación con profesionales u organizaciones externas. El objetivo es sumar las capacidades conjuntas promoviendo el flujo interno y externo de conocimiento. En resumen, la innovación abierta desafía la idea de que la creatividad debe provenir de una empresa.
«En este entorno global, tan competitivo y cambiante, la innovación es fundamental para crear ventajas competitivas sostenibles frente a la competencia», explica Óscar Fuente, Director y Fundador de IEBS Business School. «Esta habilidad se ha convertido en un proceso fundamental para mejorar la competitividad de las organizaciones. Así nace el objetivo de IEBS: formar los nuevos líderes que demanda el mundo, capaces de emprender, innovar y crear valor de forma sostenible y rentable«, añade.
Para IEBS, la innovación es uno de sus ejes fundamentales, apostando por un modelo educativo innovador capaz de responder a las necesidades de las empresas y los profesionales que viven en una sociedad en constante transformación. Por eso, la escuela plantea un modelo ágil y moderno asentada en sólidos valores para formar personas más responsables que dirijan proyectos con espíritu emprendedor desde la innovación, la ética y la responsabilidad.
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