Una de las consecuencias que se han producido, desde que se inició la pandemia, es la aceleración en la digitalización en cualquiera de los sectores de actividad, provocando así por ejemplo que quienes tienen la responsabilidad de gestionar y atraer talento a las organizaciones, deben entender cuanto antes la complejidad del escenario en el que a partir de ahora se va a desarrollar su trabajo.
El talento no solo es fundamental, sino escaso. De ahí que su atracción y retención se han convertido en una auténtica prioridad para todas las compañías. Para conseguir que las empresas sigan siendo innovadoras y competitivas, en sus respectivos mercados, deben de avanzar digitalmente, lo que redundará en oportunidades para sus trabajadores.
Según Pablo Lobato, CEO de SmartMind, «en los últimos meses se ha dado paso a un fenómeno extraordinario de deslocalización del talento, en el que muchos profesionales han ido trasladando su residencia, a lugares donde consideran que van a vivir mejor. Esta es una tendencia que avanza imparable y, en este sentido, España tiene un potencial enorme para atraer a esos perfiles, por lo que las distintas Administraciones deberían centrar sus esfuerzos en facilitar su llegada«.
Esta deslocalización global vinculada al crecimiento del teletrabajo tiene como consecuencia que los procesos de atracción del talento sean cada día más complejos, pues la mayoría de las empresas no pueden competir con el prestigio y los salarios de las grandes compañías, en un mercado de talento que se está haciendo global. “Así por ejemplo, en nuestro país, donde hay un ecosistema de micro pymes, difícilmente va a conseguir retener a su talento y competir con las ofertas de grandes compañías internacionales, donde además cada vez se suma más y más talento de primer nivel, en un entorno atractivo de gran diversidad”, subraya Pablo Lobato.
Ante este panorama en el que se vislumbra una gran transformación de los modelos de trabajo y los entornos empresariales, la estrategia de Talento tiene que tener en cuenta una serie de aspectos como son:
- Proyecto e innovación. Los profesionales hoy en día buscan iniciativas atractivas con proyectos transformadores y ambiciosos.
- La cultura es sin duda la esencia de las compañías. El talento busca empresas con las que se sienta identificado y en las que exista un cultura bien definida, que defienda la innovación y la fidelización de los empleados.
- El entorno de trabajo. Aunque el trabajo remoto haya convertido al entorno laboral en un factor de menor consideración, hay que cuidar el espacio físico pues es importante para cuando el talento se reúna y trabaje.
- Los equipos en los que van a formar parte. Evidentemente, el talento atrae a más talento.
- Aprendizaje y conocimiento. La posibilidad de aprender cosas interesantes en un nuevo empleo, que impulse el desarrollo profesional del talento, se valora como algo fundamental.
- Carrera y salario. Las personas buscan proyectos con proyección y buenos salarios. Para poder competir es importante favorecer formatos de participación, que actualmente están deficientemente regulados en nuestro país.
- Establecer expectativas claras. No se debe hacer perder el tiempo a nadie. Una contratación errónea es un proceso en el que todos pierden. Hay que ser precisos y transparentes con el talento.
«Se aproxima un periodo de gran complejidad, tenemos que prepararnos para competir, y lo primero es ofrecer buenos argumentos y proyectos atractivos, porque el talento digital no conecta con aquello que no le interesa. Y no le interesa, lo que no habla su lenguaje, ni cumple con sus expectativas«, concluye Pablo Lobato.
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