El mayor activo de una organización son las personas que lo conforman. Atraer a los mejores supone grandes ventajas para una empresa: desde mayor crecimiento y productividad hasta aumento de competitividad y valor de marca.
Las organizaciones son conscientes y dedican muchos esfuerzos durante el proceso de captación y selección de talento, pero ¿dedican el mismo esfuerzo en su retención?
Según el informe que lanzó Randstad en 2019, la rotación voluntaria en España fue del 17%, y se espera que en los próximos años llegue al 30%.
La “fuga de talento” es costosa para las empresas. Y ese coste no solo incluye pérdidas de tiempo y recursos: reemplazar a un empleado supone hasta un 60% de su salario bruto anual. Por eso, es esencial que las organizaciones mantengan sus esfuerzos en la retención del talento.
¿Por qué se marcha el talento de las organizaciones?
Mala elección
Una razón obvia es la mala selección del talento. Esto no quiere decir que la persona seleccionada sea un mal empleado, si no que el talento que posee no es lo que se necesita para cubrir el puesto de trabajo.
Es fundamental ser claro y lo más transparente posible durante el proceso de contratación. El candidato que se quiere atraer y mantener tiene que saber que podrá hacer uso de su talento. De lo contrario, es posible que se decepcione, se desmotive y se marche.
Poco crecimiento
No ofrecer posibilidades de crecimiento profesional es otra de las causas que hace que los empleados se vayan a otras organizaciones en los que sentirse realizados.
Los programas de formación continua que mantenga a los empleados actualizados y adaptados a las mejoras de su sector, así como las posibilidades de promoción interna, promueven el reconocimiento y evitan los sentimientos de estancamiento, manteniendo el talento en la organización.
Falta comunicación
Los canales de comunicación tienen que ser fluidos para que sean eficaces y evitar ambientes tóxicos.
Una mala gestión por parte de los directivos y líderes hace que la confianza en estos decaiga. Los empleados necesitan sentirse valorados. Escuchar sus ideas, atender sus preocupaciones y asegurar su bienestar son factores que implican un mayor compromiso de las personas con su organización.
Actualmente, existen herramientas que permiten gestionar equipos de manera sencilla y desde cualquier lugar que mejoran la comunicación y contribuyen a mantener el talento dentro de la empresa.
Mal ambiente de trabajo
Sobreexplotación, estrés, mala relación con los compañeros, líderes deficientes o poca flexibilidad.
Un ambiente de trabajo negativo influye en la desmotivación y malestar de los todos los empleados. Horarios flexibles, conciliación familiar, puestos poco restrictivos, valorar la originalidad… Que las personas se sientan a gusto en su lugar de trabajo correlaciona positivamente con que tengan ganas de volver, mejorando el engagement y manteniendo a los empleados en la organización.
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