La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de identificar, regular y expresar adecuadamente las emociones, lo que permite experimentar empatía y confianza en las relaciones con amigos, familia y colaboradores.
Al tener conocimiento de las propias emociones, es posible canalizarlas para que trabajen a favor, y no como un bloqueo, y expresarlas con la intensidad, forma y hacia las personas correctas. Al ser concebida como una habilidad es entrenable, medible y está al alcance de todos. La IE incrementa el autoconocimiento, saber quiénes somos, lo que sentimos, cómo actuamos en situaciones emocionales y qué hacer en ellas.
Esta capacidad se vincula con habilidades como la automotivación, persistencia, empatía, capacidad de negociación y relaciones interpersonales, valorados y de utilidad en entornos de convivencia como un grupo de estudio o el trabajo. »Sobre todo en el contexto actual, con clases y jornadas laborales remotas desde casa, la estabilidad emocional, la flexibilidad psicológica y capacidad de adaptación a nuevos escenarios, tolerancia a la frustración y manejo de la incertidumbre son esenciales», asegura Paola Rubio, especialista y docente de Aprende Institute.
¿De qué manera impacta la inteligencia emocional en el entorno laboral y educativo?
● Mejor rendimiento de los equipos: Se logra una mayor productividad y crecimiento. Se pueden reducir costos asociados a rotación y el ausentismo del personal, así como con el bajo rendimiento.
● Eficacia organizacional y potencial de liderazgo: Ayuda a desarrollar la habilidad para provocar cambios, alcanzar metas e influir en otras personas para que, de manera voluntaria, se comprometan con el logro de objetivos en común, con la guía adecuada.
● Eficacia interpersonal, capacidad de trabajo en equipo y negociación: Dentro de una organización laboral o escolar, estas habilidades son esenciales, pues facilitan el desarrollo de los procesos, el intercambio de ideas y puestas en común armoniosas, evitando el conflicto.
● Autocontrol, autoconfianza y automotivación al logro: La capacidad de gestionar las emociones, pensamientos y acciones aumenta la posibilidad de tomar mejores decisiones, controlar el estrés en situaciones adversas y mantener el interés y enfoque en las metas.
● Capacidad de adaptación y respuesta creativa: Ante contratiempos y obstáculos, esta habilidad permite ser flexibles ante los cambios que se dan en el ámbito laboral y modificar las conductas que no son benéficas o que no resultaron efectivas para alcanzar los objetivos.
● Capacidad de escucha y comunicación efectiva: Ambas habilidades permiten empatizar, comprender y conectar con el otro a un nivel más profundo, comprender su contexto y relacionarnos de manera personalizada.
De esta manera, la inteligencia emocional es una competencia muy valorada en ámbitos de interacción con otras personas y trabajarla personalmente te traerá beneficios en tu vida profesional y personal. Su importancia es tal, que cada vez más organizaciones se comprometen con ser emocionalmente inteligentes, al desarrollar a sus colaboradores y entender que las emociones influyen en su desempeño y en su motivación.
Resultado de la pandemia, las situaciones de estrés, incertidumbre y ansiedad se han incrementado, causando alteraciones emocionales que ponen en peligro el bienestar físico y social de las personas, Aprende Institute en colaboración con Paola Rubio, desarrolló un nuevo diplomado en Inteligencia Emocional y Psicología Positiva, que se suma a la nueva oferta de diplomados digitales enfocados en promover el emprendimiento y la calidad de vida, mediante una propuesta pedagógica basada en tres principios: microlearning multiherramienta, interacción y personalización.
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