La plataforma sin ánimo de lucro Thinkernautas prepara un encuentro entre jóvenes estudiantes y distintas asociaciones y fundaciones que trabajan en diferentes proyectos benéficos.
El evento, patrocinado por Datisa, en el que cientos de estudiantes propondrán ideas creativas para abordar problemáticas sociales planteadas por ACNUR, AECC, Fundación Mapfre, Asociación Parkinson de Madrid y Fundación Khanimambo, da muestra del interés que genera entre la comunidad académica -los empleados del futuro- el compromiso social.
De hecho, Elena Vega co-fundadora de Thinkernautas dice que “más allá de la generación de millenials, perfectamente ubicada en el actual contexto laboral, asoma una nueva generación de talentos que buscan más allá de la retribución económica, otras cuestiones que les vincule -también emocionalmente- a la organización en la que trabajarán”.
Además de la retribución económica y otros aspectos clave para los trabajadores más junior como pueden ser la flexibilidad, la conciliación y la comunicación directa y fluida con sus jefes, la nueva generación de talento, incluso los que aún están estudiando, demandan una mayor contribución del entorno empresarial hacia el tercer sector.
Muchos jóvenes talentos acabarán por decantarse a la hora de seleccionar una organización u otra, por aquellas que participen activamente -también con aportaciones económicas- dando visibilidad y viabilidad a diferentes proyectos benéficos.
“Hoy, las organizaciones se encuentran en una continua guerra por el talento, más aún en sectores como el tecnológico en el que muchos de los perfiles demandados se encuentran en una situación de pleno empleo lo que, obliga a los empleadores a “fabricar” propuestas mucho más personalizadas y, desde luego, conforme a las nuevas demandas impuestas por el mercado”, insiste Vega.
Aunque, la comunidad empresarial en España ha dado siempre muestras de su generosidad con respecto al entorno social, Elena Vega insiste en la necesidad de que las empresas busquen esa diferenciación que haga que el talento más demandado se decante a su favor. Por ejemplo, en el ecosistema de las pymes, la puesta en práctica de iniciativas solidarias o la participación en proyectos que impacten sobre el bien común son altamente valoradas por la comunidad del talento.
Por otra parte, la integración en estructuras más livianas, jerarquías más planas y un mayor nivel de personalización, son también alguno de los nuevos requerimientos que plantea la nueva generación del talento. Una fórmula de aprendizaje continuo, con proyectos formativos que mejoren sus habilidades y les capaciten para desarrollar nuevos retos profesionales completan la lista de “peticiones” de los nuevos empleados.
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