Doctor en Psiquiatría y Psicología y experto en psicohistoria, el autor explica con maestría en este libro las diferencias entre sabios, superdotados y genios, indagando en sus comportamientos y actitudes. Lo hace a través de un repaso a las diversas personalidades de la literatura, la música o la pintura.
A la presentación del libro, celebrado en el Centro Asturiano de Madrid, acudieron más de 150 personas. Esperanza Aguirre, portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular, destacó “Genios y creativos es, antes que nada, la obra de un lector apasionado, de un acreditado degustador de obras de arte y de un admirador de los grandes inventores y descubridores que ha dado la Humanidad. La característica diferencial de esta obra estriba en la condición profesional de Francisco Alonso-Fernández. Esta es la clave de la obra, la mirada del especialista, del psiquiatra, del indagador en los entresijos del alma humana.”.
“Esta obra un ensayo de referencia para empresarios, directivos y cualquier persona que desee conocer más las diversas capacidades del ser humano”, señaló Mercedes Pescador, fundadora de LoQueNoExiste.
¿Cómo son los genios? Esta es la pregunta a la que responde el Dr. Alonso-Fernández a lo largo de siete capítulos dedicados a explorar con certeras pinceladas las diferentes facetas del genio como su inteligencia, sus circunstancias y su relación con la familia y el trabajo, entre otros. Ofrece una visión sobre las otras dos estirpes de personas eminentes: los superdotados y los sabios.
La influencia familiar
El autor aborda a lo largo de 316 páginas el paradigma de los genios. “La motivación, el esfuerzo de entrega, el tesón o el nivel intelectual son algunos de los rasgos comunes para la fermentación de la creatividad genial”, explica el Dr. Alonso-Fernández, que insiste en que “el genio no nace ni se hace”; es producto de un desarrollo genético-ambiental multifactorial en el que corresponde al entorno familiar el papel de despertador y estimulador de la eclosión del genio.
Como explica el eminente psiquiatra, los genios se han enfrentado tradicionalmente a la incomprensión del entorno. “La persona creativa suele suscitar recelos y hostilidad en los demás, debido a su comportamiento individualista e independiente”, recuerda el Dr. Alonso-Fernández. A estos rasgos se añade también la resiliencia y elevada seguridad en sí mismos que muestran las personas creativas.
“En la interacción social el superdotado y el genio se encuentran en las antípodas: el superdotado, encorsetado en la sociedad como un triunfador nato en las pruebas académicas y en la gestión empresarial; la persona creativa, objeto de incomprensión y recibido por doquier con recelo y desconfianza”, apunta el Dr. Alonso-Fernández.
Cómo son los creativos: Trabajadores y responsables
El mismo Edison (1847-1931), inventor del telégrafo, el fonógrafo, el microteléfono o la lámpara eléctrica entre otras muchas, afirmaba que el uno por ciento de la creatividad es inspiración y el 99 por ciento transpiración o trabajo. “Sin una dedicación al trabajo mantenida con tenacidad, disciplina y sacrificio, la creatividad suele dispersarse sin alcanzar ningún resultado sólido. La personalidad creadora se encuentra, pues, organizada en torno a la independencia, la libertad crítica ante sí mismo y los demás, el sentido del humor y la voluntad de trabajo”, asegura el Dr. Alonso-Fernández.
En el transcurso de las páginas de Genios y Creativos puede encontrar el lector interesantes retratos de las personalidades de grandes mentes, analizando su genialidad y psicopatología. Músicos como Bach, Beethoven, Händel, Robert Schumann, Gustav Mahler…, escritores como Goethe, Hemingway, Marcel Proust, Dostoievsky, Baudelaire, Mariano José de Larra, Stephan Zweig, Virginia Woolf…, o genios, en mayúsculas, como el gran Miguel Angel, aparecen a lo largo de las páginas de este libro.
Genios y Creativos rompe también con algunos mitos, como los que asocian creatividad y juventud. “El creador a menudo se supera a sí mismo y realiza sus mejores obras en los últimos años de su vida”, recuerda el autor, que cita los casos de El Greco, Goya, Tiziano y otros. “Thomas Mann, cumplidos los setenta años, escribió dos de sus mejores libros: El Doctor Fausto y Confesiones de Félix Krull”, cita Francisco Alonso-Fernández.
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