El avance de las criptomonedas como los bitcoins provoca que tengan cada vez más demanda los servicios asociados a éstas. La propuesta de BTCPoint, una empresa formada por cuatro jóvenes españoles afincados en San Francisco, es que el usuario pueda canjear sus Bitcoins en euros de forma rápida y en cajeros automáticos tradicionales en España, gracias a un acuerdo con la red de cajeros Halcash, que agrupa a 10.000 máquinas en nuestro país.
«El usuario desde nuestra aplicación o web introduce su móvil, selecciona el importe de bitcoins que quiere retirar y los envía a una cuenta de BTCPoint. Una vez lo hemos recibido se le envía al usuario un pin y puede ir a cualquier cajero de la red HalCash a retirar el efectivo en euros. Funciona de forma instantánea hasta un importe de 500 euros», explica Álex Lopera, jefe de operaciones de BTCPoint, en una conversación por videoconferencia desde San Francisco.
La conversión de bitcoins en euros se hace «al precio de mercado» y de momento el servicio no tiene comisión para mostrar el potencial de uso, aunque en el futuro es posible que incluyan un pequeño recargo por el servicio de entre el 1 y el 2 por ciento. Además, están trabajando en permitir la retirada también con entidades internacionales y la operativa inversa, la de la compra de Bitcoins.
Acercar el bitcoin al usuario
«La idea es que el usuario conozca los bitcoins. Nuestra visión es acercar los bitcoins a las personas, que la gente los pruebe y se dé cuenta de los beneficios que tienen», comenta Lopera, que asegura que por el momento no hay ningún otro servicio que ofrezca canjear la criptomoneda de forma inmediata e instantánea como el suyo.
Cuando le preguntamos por las ventajas del bitcoin, destaca la ausencia de intermediarios e instituciones financieras. «Tú eres el propietario de tu dinero, puedes utilizarlo cuando quieras y como quieras», asegura.
También destaca otras posibilidades, como el envío instantáneo a cualquier parte del mundo y la menor carga de comisiones que el resto de monedas, lo que lo hace atractivo para los pagos en Internet.
«El Bitcoin está basado en una fórmula matemática criptográfica que en seis años no ha sido hackeada, nadie ha podido romper el sistema de seguridad del bitcoins. Sí que ha habido robos, pero no porque hayan roto el protocolo sino porque han robado las claves de su monedero a un usuario», apunta este emprendedor acerca de la seguridad de la criptomoneda.
Juventud y crecimiento
BTCPoint está formada hace apenas un año por cuatro socios muy jóvenes: Borja Rosell (director ejecutivo) estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones de 21 años; Darío Nieuwenhuis (director técnico), estudiante de Ingeniería Informática de 19 y con experiencia trabajando para Google Maps; Albert Caus (responsable de producto), ingeniero industrial de 28 años; y Álex Lopera, que tiene 22, es graduado en Derecho y cuenta con experiencia en otras start-ups.
Hicieron un camino poco habitual: pasar del hardware, de la fabricación física, al software. «La actividad inicial era el desarrollo y fabricación de cajeros automáticos que permitían la compra y venta de Bitcoins. Algunos de ellos se pueden encontrar hoy en Madrid, Barcelona, Lérida, Tarragona o Londres», explica Lopera, y aún mantienen esa vía de negocio.
Sin embargo, tras vender los primeros cajeros (por los que facturaron 120.000 euros) se dieron cuenta de que la manera de crecer era integrar un sistema dentro de infraestructuras ya disponibles en lugar de crear nuevos cajeros. «Por eso decidimos llegar a acuerdos de colaboración con entidades financieras», apunta.
La aventura americana
BTCPoint fue seleccionada por la aceleradora estadounidense especializada en economía del bitcoin Boost VC, situada en San Francisco, donde desde hace dos meses trabaja el equipo de esta joven compañía española.
Encontrarse en una de las mecas de la tecnología les permite acercarse más a uno de los principales focos de inversión para nuevos proyectos. Álex Lopera reconoce que hay «una cultura de la inversión y menos aversión al riesgo».
«Es una ciudad en la que están Google, Facebook, Apple… Estar aquí y ver personas que lo han conseguido transmite una energía y un positivismo a la sociedad que la hace más competitiva y te hace crecer. Además, hay muchos inversores y fondos de capital riesgo», reconoce.
Sin embargo, este ecosistema también provoca una gran competitividad. «Te piden que estés implicado al doscientos por cien, no para un año o dos. Incluso hay cláusulas jurídicas que hacen que no puedas trabajar en nada más y te centres en esto», agrega.
Para el jefe de operaciones de BTCPoint, el salto fuera de nuestras fronteras era fundamental para crecer, especialmente en un ámbito tan específico como el suyo.
«España es un buen sitio para empezar, pero no para cercar. Las oportunidades, comparadas con San Francisco, son muy reducidas. Además, aquí hablas de Bitcoins y la gente sabe de qué estás hablando, en España falta esta cultura», reflexiona Álex Lopera.
El avance de las criptomonedas como los bitcoins provoca que tengan cada vez más demanda los servicios asociados a éstas. La propuesta de BTCPoint, una empresa formada por cuatro jóvenes españoles afincados en San Francisco, es que el usuario pueda canjear sus Bitcoins en euros de forma rápida y en cajeros automáticos tradicionales en España, gracias a un acuerdo con la red de cajeros Halcash, que agrupa a 10.000 máquinas en nuestro país.
«El usuario desde nuestra aplicación o web introduce su móvil, selecciona el importe de bitcoins que quiere retirar y los envía a una cuenta de BTCPoint. Una vez lo hemos recibido se le envía al usuario un pin y puede ir a cualquier cajero de la red HalCash a retirar el efectivo en euros. Funciona de forma instantánea hasta un importe de 500 euros», explica Álex Lopera, jefe de operaciones de BTCPoint, en una conversación por videoconferencia desde San Francisco.
La conversión de bitcoins en euros se hace «al precio de mercado» y de momento el servicio no tiene comisión para mostrar el potencial de uso, aunque en el futuro es posible que incluyan un pequeño recargo por el servicio de entre el 1 y el 2 por ciento. Además, están trabajando en permitir la retirada también con entidades internacionales y la operativa inversa, la de la compra de Bitcoins.
Acercar el bitcoin al usuario
«La idea es que el usuario conozca los bitcoins. Nuestra visión es acercar los bitcoins a las personas, que la gente los pruebe y se dé cuenta de los beneficios que tienen», comenta Lopera, que asegura que por el momento no hay ningún otro servicio que ofrezca canjear la criptomoneda de forma inmediata e instantánea como el suyo.
Cuando le preguntamos por las ventajas del bitcoin, destaca la ausencia de intermediarios e instituciones financieras. «Tú eres el propietario de tu dinero, puedes utilizarlo cuando quieras y como quieras», asegura.
También destaca otras posibilidades, como el envío instantáneo a cualquier parte del mundo y la menor carga de comisiones que el resto de monedas, lo que lo hace atractivo para los pagos en Internet.
«El Bitcoin está basado en una fórmula matemática criptográfica que en seis años no ha sido hackeada, nadie ha podido romper el sistema de seguridad del bitcoins. Sí que ha habido robos, pero no porque hayan roto el protocolo sino porque han robado las claves de su monedero a un usuario», apunta este emprendedor acerca de la seguridad de la criptomoneda.
Juventud y crecimiento
BTCPoint está formada hace apenas un año por cuatro socios muy jóvenes: Borja Rosell (director ejecutivo) estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones de 21 años; Darío Nieuwenhuis (director técnico), estudiante de Ingeniería Informática de 19 y con experiencia trabajando para Google Maps; Albert Caus (responsable de producto), ingeniero industrial de 28 años; y Álex Lopera, que tiene 22, es graduado en Derecho y cuenta con experiencia en otras start-ups.
Hicieron un camino poco habitual: pasar del hardware, de la fabricación física, al software. «La actividad inicial era el desarrollo y fabricación de cajeros automáticos que permitían la compra y venta de Bitcoins. Algunos de ellos se pueden encontrar hoy en Madrid, Barcelona, Lérida, Tarragona o Londres», explica Lopera, y aún mantienen esa vía de negocio.
Sin embargo, tras vender los primeros cajeros (por los que facturaron 120.000 euros) se dieron cuenta de que la manera de crecer era integrar un sistema dentro de infraestructuras ya disponibles en lugar de crear nuevos cajeros. «Por eso decidimos llegar a acuerdos de colaboración con entidades financieras», apunta.
La aventura americana
BTCPoint fue seleccionada por la aceleradora estadounidense especializada en economía del bitcoin Boost VC, situada en San Francisco, donde desde hace dos meses trabaja el equipo de esta joven compañía española.
Encontrarse en una de las mecas de la tecnología les permite acercarse más a uno de los principales focos de inversión para nuevos proyectos. Álex Lopera reconoce que hay «una cultura de la inversión y menos aversión al riesgo».
«Es una ciudad en la que están Google, Facebook, Apple… Estar aquí y ver personas que lo han conseguido transmite una energía y un positivismo a la sociedad que la hace más competitiva y te hace crecer. Además, hay muchos inversores y fondos de capital riesgo», reconoce.
Sin embargo, este ecosistema también provoca una gran competitividad. «Te piden que estés implicado al doscientos por cien, no para un año o dos. Incluso hay cláusulas jurídicas que hacen que no puedas trabajar en nada más y te centres en esto», agrega.
Para el jefe de operaciones de BTCPoint, el salto fuera de nuestras fronteras era fundamental para crecer, especialmente en un ámbito tan específico como el suyo.
«España es un buen sitio para empezar, pero no para cercar. Las oportunidades, comparadas con San Francisco, son muy reducidas. Además, aquí hablas de Bitcoins y la gente sabe de qué estás hablando, en España falta esta cultura», reflexiona Álex Lop
El avance de las criptomonedas como los bitcoins provoca que tengan cada vez más demanda los servicios asociados a éstas. La propuesta de BTCPoint, una empresa formada por cuatro jóvenes españoles afincados en San Francisco, es que el usuario pueda canjear sus Bitcoins en euros de forma rápida y en cajeros automáticos tradicionales en España, gracias a un acuerdo con la red de cajeros Halcash, que agrupa a 10.000 máquinas en nuestro país.
«El usuario desde nuestra aplicación o web introduce su móvil, selecciona el importe de bitcoins que quiere retirar y los envía a una cuenta de BTCPoint. Una vez lo hemos recibido se le envía al usuario un pin y puede ir a cualquier cajero de la red HalCash a retirar el efectivo en euros. Funciona de forma instantánea hasta un importe de 500 euros», explica Álex Lopera, jefe de operaciones de BTCPoint, en una conversación por videoconferencia desde San Francisco.
La conversión de bitcoins en euros se hace «al precio de mercado» y de momento el servicio no tiene comisión para mostrar el potencial de uso, aunque en el futuro es posible que incluyan un pequeño recargo por el servicio de entre el 1 y el 2 por ciento. Además, están trabajando en permitir la retirada también con entidades internacionales y la operativa inversa, la de la compra de Bitcoins.
Acercar el bitcoin al usuario
«La idea es que el usuario conozca los bitcoins. Nuestra visión es acercar los bitcoins a las personas, que la gente los pruebe y se dé cuenta de los beneficios que tienen», comenta Lopera, que asegura que por el momento no hay ningún otro servicio que ofrezca canjear la criptomoneda de forma inmediata e instantánea como el suyo.
Cuando le preguntamos por las ventajas del bitcoin, destaca la ausencia de intermediarios e instituciones financieras. «Tú eres el propietario de tu dinero, puedes utilizarlo cuando quieras y como quieras», asegura.
También destaca otras posibilidades, como el envío instantáneo a cualquier parte del mundo y la menor carga de comisiones que el resto de monedas, lo que lo hace atractivo para los pagos en Internet.
«El Bitcoin está basado en una fórmula matemática criptográfica que en seis años no ha sido hackeada, nadie ha podido romper el sistema de seguridad del bitcoins. Sí que ha habido robos, pero no porque hayan roto el protocolo sino porque han robado las claves de su monedero a un usuario», apunta este emprendedor acerca de la seguridad de la criptomoneda.
Juventud y crecimiento
BTCPoint está formada hace apenas un año por cuatro socios muy jóvenes: Borja Rosell (director ejecutivo) estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones de 21 años; Darío Nieuwenhuis (director técnico), estudiante de Ingeniería Informática de 19 y con experiencia trabajando para Google Maps; Albert Caus (responsable de producto), ingeniero industrial de 28 años; y Álex Lopera, que tiene 22, es graduado en Derecho y cuenta con experiencia en otras start-ups.
Hicieron un camino poco habitual: pasar del hardware, de la fabricación física, al software. «La actividad inicial era el desarrollo y fabricación de cajeros automáticos que permitían la compra y venta de Bitcoins. Algunos de ellos se pueden encontrar hoy en Madrid, Barcelona, Lérida, Tarragona o Londres», explica Lopera, y aún mantienen esa vía de negocio.
Sin embargo, tras vender los primeros cajeros (por los que facturaron 120.000 euros) se dieron cuenta de que la manera de crecer era integrar un sistema dentro de infraestructuras ya disponibles en lugar de crear nuevos cajeros. «Por eso decidimos llegar a acuerdos de colaboración con entidades financieras», apunta.
La aventura americana
BTCPoint fue seleccionada por la aceleradora estadounidense especializada en economía del bitcoin Boost VC, situada en San Francisco, donde desde hace dos meses trabaja el equipo de esta joven compañía española.
Encontrarse en una de las mecas de la tecnología les permite acercarse más a uno de los principales focos de inversión para nuevos proyectos. Álex Lopera reconoce que hay «una cultura de la inversión y menos aversión al riesgo».
«Es una ciudad en la que están Google, Facebook, Apple… Estar aquí y ver personas que lo han conseguido transmite una energía y un positivismo a la sociedad que la hace más competitiva y te hace crecer. Además, hay muchos inversores y fondos de capital riesgo», reconoce.
Sin embargo, este ecosistema también provoca una gran competitividad. «Te piden que estés implicado al doscientos por cien, no para un año o dos. Incluso hay cláusulas jurídicas que hacen que no puedas trabajar en nada más y te centres en esto», agrega.
Para el jefe de operaciones de BTCPoint, el salto fuera de nuestras fronteras era fundamental para crecer, especialmente en un ámbito tan específico como el suyo.
«España es un buen sitio para empezar, pero no para cercar. Las oportunidades, comparadas con San Francisco, son muy reducidas. Además, aquí hablas de Bitcoins y la gente sabe de qué estás hablando, en España falta esta cultura», reflexiona Álex Lopera.
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