La búsqueda de altos directivos, un negocio que crece

El headhunting,  nacido en EEUU en los años 20, continúa estando en expansión en España, tras un periodo de aclimatación a los modos y costumbres.
El boom de los cazatalentos en España está muy ligado a la nueva mentalidad de empresas y directivos. Hasta hace poco tiempo, los empresarios pensaban que en las compañías existían otros activos más importantes que los recursos humanos, pero esa opinión ha cambiado y, ahora, tener buenos ejecutivos es básico para la marcha del negocio. ¿Y cómo encontrar al ejecutivo eficiente? Una posibilidad es el headhunting.
Las pequeñas y medianas empresas, además de las grandes multinacionales que pretenden expandirse por el territorio español, son, en estos momentos, los principales clientes de los headhunters. La gestión familiar de muchas empresas ha dejado paso, además, a un tipo de dirección más técnica y los jóvenes talentos han irrumpido en los cargos de mayor responsabilidad, llevando consigo una visión mucho más amplia del negocio.
En España está creciendo la búsqueda de directivos en el área comercial y para puestos de responsabilidad en las pequeñas y medianas empresas. Las pymes cada vez diferencian más entre la propiedad y la dirección. Se están profesionalizando y recurren a las empresas de búsqueda de directivos para encontrar al ejecutivo idóneo que ofrezca garantías.
El año 2004 y el 2005 han sido buenos. El crecimiento funciona cuando la economía funciona. En la actualidad, hay muchas adquisiciones de empresas y eso genera trabajo para los head hunting. Además, las empresas familiares, se están profesionalizando.
Existe un código ético entre los cazatalentos. La discreción y la confidencialidad son principios básicos. Los headhunters tampoco publican anuncios de reclamo de directivos. La mayoría de las firmas se comprometen a no robar ejecutivos a sus clientes durante un tiempo (un mínimo de dos años después de la última contratación).
La empresa familiar representa el 50% del volumen de negocio; el resto se reparte entre empresas españolas (20%) y multinacionales (30%). "El mundo de la empresa familiar es complejo, pero leal", valora. Existe una importante demanda de directivos en el sector de gran consumo, los servicios financieros, la gestión del ocio y las telecomunicaciones. El de medio ambiente también crece.