Scotland Yard está considerando el empleo de Policía extranjera para proteger a los mandatarios que visiten las Olimpiadas de 2012, si terminara reconociéndose que las fuerzas propias de seguridad no están suficentemente preparadas para disparar armas de fuego, según informaron fuentes de seguridad británicas a última hora de ayer.
Las Olimpiadas de Londres 2012 están consideradas como objetivo de máxima prioridad de organizaciones terroristas, por lo que Scotland Yard considera que la presión sobre la Policía británica para proteger a atletas y dignatarios podría ser tan alta, y el número de efectivos tan escaso, que no se ha descartado el empleo de refuerzos extranjeros. Sólo 6.500 de los más de 143.000 agentes de Policía en Reino Unido están autorizados a portar armas de fuego.
Según el comisionado Ian Blair, el coste de los cursos de entrenamiento para el manejo de armas de fuego para la Policía metropolitana podría ser demasiado elevado, aunque precisó que "el principio básico debe ser que no queremos a policías extranjeros armados".
Sin embargo, Blair reconoció que ha estado evaluando "el número de personas que hay que proteger" y si "existe un número suficiente de policías armados para hacer el trabajo", reconociendo que "existen verdaderos dilemas" en esta situación.
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