Se necesita dependiente/a con experiencia'. Esta escueta frase escrita en un folio llena estos días los escaparates y puertas de miles de establecimientos comerciales de toda la provincia. Los empresarios alicantinos del sector no encuentran trabajadores, ya ni siquiera sin cualificar, para poder cubrir la elevada demanda que se produce con el inicio de las rebajas y la decisiva campaña de verano, especialmente en los destinos de costa.
La Federación Alicantina de Comercio y la Pequeña y Mediana Empresa (Facpyme) reconoce que la situación es preocupante y se necesita personal de una forma generalizada. Las estimaciones sectorial apunta a que se necesitarían más de 50.000 personas para cubrir las necesidades de las tiendas, ya que la demanda de personal para los meses de julio y agosto ronda una media de dos empleados más por establecimiento. Y es que en la Costa Blanca hay registrados unos 26.000 comercios minoristas.
El secretario general de Facpyme, Francisco Rovira, advierte de que 'el sector emplea a unos 78.000 trabajadores, en razón de tres personas por local, sin embargo, con las rebajas de verano y la temporada turística hay que reforzar las plantillas, lo que no siempre se consigue porque existen verdaderas dificultades para ello'. Hace hincapié en que 'el principal problema estriba en la falta de profesionales cualificados'. Por ello, la única solución pasa por recurrir a jóvenes y estudiantes, dispuestos a ganarse un dinero, para poder salvar la situación.
También hay que tener en cuenta que las cifras de establecimientos y trabajadores contabilizados tampoco reflejan a la totalidad del sector, puesto que, a parte de los 26.000 comercios existentes, cerca de otros 10.000 están sin registrar, lo que engordaría más las estadísticas. Lo más curioso es que esta necesidad de trabajadores en el comercio de la provincia contrasta con la falta de interés que hay en la calle para desarrollar esta actividad. De hecho, muchos demandantes de empleo siguen engrosando las listas del paro en el sector servicios y rechazan incorporarse. Además, tampoco los inmigrantes están suponiendo un revulsivo a la hora de poder cubrir las plazas, tal como si sucede en la hostelería.
Rovira sostiene que 'excepto aquellos extranjeros que tienen sus propios negocios, los empleados inmigrantes apenas se incorporar al comercio, ya que no representan ni al 5% de los empleados del sector. 'Esta realidad nos obliga a reflexionar sobre las necesidad de buscar fórmulas para acercarnos más a este colectivo a la hora de formarlo y atraerlo', según reconoce el secretario general de Facpyme.
Precisamente, los comerciantes integrados en la federación alicantina van a firmar hoy un convenio de colaboración cona la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha), para trabajar de manera conjunta en aspectos claves que les afectan a ambos colectivos, como es la necesidad de mano de obra cualificada.
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