Con media hora de retraso sobre lo previsto y el cansancio dibujado en sus rostros, llegaron el miércoles por la tarde al aeropuerto de Hondarribia nueve de los diez trabajadores ecuatorianos contratados por la empresa de servicios guipuzcoana Suman Social S. L. para ejercer funciones de auxiliar de geriatría. La décima persona perdió el vuelo en Madrid después de que los empleados de seguridad se esmerasen en revisar los geles de aseo que llevaba.
Se trata del segundo contingente de trabajadores ecuatorianos que contrata en origen la empresa de servicios, con sede en Donostia. El primero llegó en octubre del año pasado y tras el «éxito» de esa experiencia han decidido repetir este año. Y no será la última vez que lo hagan, ya que para diciembre llegarán otros diez trabajadores.
La escasez de profesionales sanitarios que existe en Gipuzkoa y que se está agudizando en algunas ramas, como los auxiliares de geriatría, ha empujado a la empresa Suman S. L., cuya actividad principal es la atención a personas mayores, a ampliar sus horizontes a la hora de seleccionar personal especializado y traspasar incluso las fronteras españolas.
La pregunta es obligada ¿Por qué Ecuador y no otro país? Iñaki García Gorrotxategi, director de Gipuzkoa de Suman S.L., explica que se han dirigido al país suramericano por mediación de uno de sus clientes y por el idioma.
Con todo, apunta que el camino ha sido muy laborioso, ya que se requieren muchos trámites administrativos para poder contratar en origen. De entrada, señala que la ley 4/2000, de 11 de enero, permite contatar trabajadores fuera de España cuando el exceso de oferta de empleo no sea cubierta por el mercado nacional. No obstante, la contratación tiene que ser estable y obliga a seleccionar en origen a partir de las ofertas genéricas presentadas por los empresarios.
Siete meses de trámites
Así, uno de los primeros trámites que tuvo que cumplimentar Suman S.L. fue solicitar el contingente en la Subdelegación del Gobierno Civil, posteriormente tuvieron que dirigirse a la Dirección General de Flujos Migratorios de Madrid y finalmente a la Embajada de Quito, donde se realizó la preselección. De este paso se encargó la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales de Ecuador. Finalmente, Suman S.L. realizó la selección definitiva. Todo ello le supuso siete meses, un plazo que se ha acortado algo en esta segunda ocasión.
El perfil buscado es el de personas con formación sanitaria y se valora la experiencia. Los seleccionados, en esta ocasión nueve mujeres y un hombre, recibieron una semana de formación básica en Quito por parte de Suman S. L., que se completará con otros tres días de formación más práctica en Donostia, antes de destinarlos a sus puestos de trabajo.
María Jesús Pardo, supervisora de Suman S. L, es la encargada de destinarlos a las residencias geriátricas con las que trabaja la empresa en función de los perfiles y de los centros de trabajo. Los trabajadores recalarán en residencias de Donostialdea y Tolosaldea, entre ellas el centro Rezola, de Matía, con el que colaboran y la Residencia de Villabona, que gestionan directamente.
Los diez ecuatorianos vienen con un contrato de trabajo de un año bajo el brazo, ampliable. «El objetivo es que permanezcan más tiempo», comenta Iñaki, y la mayoría aprovecha la oportunidad.
El sueldo es el estipulado por el Convenio de Residencias de la Tercera Edad, es decir, 1.141 euros, el doble de lo que cobran en Ecuador. La jornada es de 150,5 horas mensuales, especifica María Jesús. «Y el año que viene alcanzarán las 35 horas semanales».
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