A pesar de la polémica suscitada el 27 de julio, cuando las nueve técnicas en educación infantil de la guardería municipal Huilfàs -Sa Pobla, Mallorca- se negaron a leer un cuento como prueba práctica de las oposiciones, finalmente ocho de ellas han conseguido revalidar su plaza.
El plante de las opositoras dejó cinco vacantes en la primera convocatoria de las oposiciones, por lo que ayer se celebró la segunda fase, a la que hubo 9 aspirantes. Sin embargo, sólo seis realizaron las pruebas y cinco consiguieron un puesto. Una de ellas será la única maestra del centro educativo.
En esta ocasión, las candidatas realizaron cuatro pruebas sobre casos prácticos, y sin ninguna negativa, pasando después una entrevista personal. Uno de los exámenes prácticos consistía en exponer al tribunal técnico las actividades que realizarían con un alumno hiperactivo.
De las cinco trabajadoras que no superaron las pruebas de la primera convocatoria, sólo una no se ha vuelto a presentar a las oposiciones celebradas ayer. Además, de las nueve solicitudes para realizar las oposiciones, dos de ellas no contaban con la titulación necesaria y una no se presentó.
Por su parte, la concejala encargada de la guardería, Bel Comes, explicó que "el 3 de septiembre se iniciará el curso escolar con un centro educativo más homologado, ya que contará con ocho técnicos de educación infantil más la nueva trabajadora que es diplomada en esta especialidad".
Una novedad en esta convocatoria respecto a la anterior, es que en esta ocasión no se ha valorado la experiencia sino que se ha obtenido más puntuación por la formación académica. Comes recalcó: "Así hemos dado la oportunidad de presentarse a más gente".
En esta segunda fase para asignar las plazas de la guardería los miembros del tribunal técnico no eran los mismos que los de la vez anterior. Estaba formado por un psicólogo del Consell, una asistenta social del Ayuntamiento de Pollença, así como un técnico y un representante del personal laboral del consistorio de sa Pobla.
M.A CRESPÍ/ M.SOLER
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