El nivel de informática de los funcionarios del Gobierno regional podría sorprender hasta el mismo Bill Gates. El Gobierno regional parece decidido a que sus empleados no sólo sepan manejar los ordenadores, sino que quiere reclutar a verdaderos especialistas en el arte de la doma del ratón y la navegación por Internet. Sólo así se explica el último examen al que se tuvieron que enfrentar los 271 opositores a auxiliares administrativos (grupo D). Sólo dos de ellos superaron la criba del Tribunal. Un 0,7 por ciento de aprobados. En la NASA han perdido el récord.
Hasta este año, una de las pruebas para conseguir estos puestos de funcionario era de mecanografía. En 2008, el Gobierno decidió cambiar y tirar la casa por la ventana: un examen escrito, sin ordenador, para apreciar, según el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), ‘la capacidad y los conocimientos de los aspirantes a nivel de usuario de Windows XP’ y otras aplicaciones informáticas. Pero se les ha ido la mano.
Para conseguir una de las diez plazas que el Ejecutivo oferta es necesario aprobar tres exámenes. Al primero, de materia propia del puesto de trabajo, se presentaron 1.391 candidatos y aprobaron 271. Ahora, tras la criba del segundo examen, sólo quedan dos personas, que parecen tener asegurada la plaza en espera de un último examen que, se presume, será sencillo en exceso. Las otras ocho, al parecer, no se podrán cubrir, por lo que el Gobierno seguirá tirando de una bolsa de trabajo formada por 200 personas que trabajan como interinos, es decir, sin empleo estable.
La Asociación de Centros de Formación y Academias Preparadora de Oposiciones ha salido en defensa de los estudiantes. Su presidenta, Ana Leal, calificó el examen de ‘incoherente e infumable, sólo apto para especialistas en informática y programadores’.
Leal señala que, normalmente, este ejercicio suelen aprobarlo alrededor de 50 personas, así que los estudiantes están ‘completamente desmoralizados y angustiados’. ‘Han estado más de un año dedicando mucho dinero, esfuerzo y tiempo en esto, ¿y ahora qué?’, se pregunta.
Los comentarios y las quejas sobre esta prueba ya son el tema de conversación preferido entre los opositores e, incluso, en los pasillos del Gobierno regional. Las comparaciones no han tardado en llegar: ‘Es como si a un alumno de Primaria le mandan hacer derivadas o si en un examen de conducir te piden arreglar una avería mecánica grave del coche’.
Según fuentes cercanas al caso, las dos personas que aprobaron el ejercicio trabajan como interinos en el departamento de informática del propio Gobierno, extremo que fue negado por la directora general de Función Pública, Marina Lombo.
Para Leal, lo que consigue la Administración con este tipo de pruebas, además de la ‘raquítica’ oferta de diez plazas, es incrementar la precariedad laboral. ‘Siempre hablan de fomentar el empleo estable y ellos están tirando de una bolsa de trabajo para cubrir plazas’, concluyó. Eso sí, a ellos no se les colgará el ordenador.
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