Cada vez está más a la orden del día que los profesionales de los departamentos de Recursos Humanos revisen el contenido generado en las redes sociales por parte de las candidaturas que forman parte de procesos de selección.
Podríamos decir que llevar a cabo esta práctica supone contar con una herramienta complementaria que ayuda en cierto modo a evaluar mejor los perfiles profesionales. Y, es que de vez en cuando, se descubren casos en los que dicho contenido es inapropiado, ya sea por leídas u oídas o simplemente porque hemos podido experimentarlo en primera persona, lo cual puede generar alguna que otra consecuencia, cuando menos volverse inestable la continuidad en un proceso de selección.
Como sabemos, en la era digital en la que estamos sumergidos/as, en ocasiones hacemos uso de las redes sociales como si fuésemos libros abiertos, por lo que se hace necesario tener en consideración la información que se deposita en las mismas, ya que aunque no lo parezca esta puede arrojar muchas más pistas sobre un perfil profesional de lo que llegamos a imaginar. Si bien es cierto que tampoco es cuestión de adentrarse en la vida personal de las candidaturas, sí es importante filtrar si existe contenido público que pueda influir en la vida profesional y este pueda originar ciertos riesgos para una compañía.
En virtud de descubrir si efectivamente existe información en internet que ocasione rechazo a la hora de contratar o mismamente una vez ya ocupando el puesto, en Servitalent a través del rastreo de la huella digital se chequean las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn, TikTok y Youtube) de las candidaturas. Evidentemente, las empresas quieren evitar a toda costa, por un lado, exponerse a situaciones en las que puedan sentir inseguridad respecto a sus datos más característicos y, por otra parte, arriesgarse a que un/a trabajador/a no cumpla de antemano con los valores que la compañía promueve. Además, un contenido inadecuado circulando en redes sociales denota poca formalidad y seriedad profesional, lo que puede hacer que los departamentos de Recursos Humanos y la Dirección de una organización se echen para atrás a la hora de contar contigo en su plantilla.
Sabiendo todo esto, y teniendo presente que estas cosas pasan, resulta más que relevante examinar “qué” hay en la red respecto a las candidaturas que participan en procesos de selección. No pasa nada por ser activo/a en redes sociales, siempre y cuando tu exposición en las mismas no perjudique aspectos de tu vida, en este caso el aspecto profesional. Porque lo que está claro es que si una persona candidata enseña contenido que está fuera de lugar, es probable que el empleador determine falta de profesionalidad y confidencialidad, creando disyuntiva en relación a un encaje con la nueva posición.
De nada vale mostrar información que es mejor guardar cuando la misma no sólo te influye a ti, si al fin y al cabo estás poniendo en peligro el ámbito profesional, ese que aporta valor diferencial a nuestras vidas.
Elige qué contenido es positivo compartir de forma pública y cuál tiene más sentido mantener en privado, para que al momento de presentar tu candidatura en alguna oportunidad profesional refleje que sabes manejar ambos aspectos, el profesional y el personal.
“No digas nada en la red que no querrías ver expuesto en una valla con tu cara puesta en ella” – Erin Bury
Más información: Servitalent
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