Cuando externalizas un proceso de selección, ¿a qué consultor ponen a trabajar contigo? Tres claves para estar seguro de que es el que necesitas

Tienes una vacante en tu equipo y tienes claro cómo sueñas que sea el candidato perfecto, verdad?

Lógico.

Necesito que tenga buena capacidad analítica, que sea un gran trabajador de equipo, alguien proactivo, que no se rinda, que se arremangue, que tenga muy buen nivel de interlocución…

Pero, una cosa, ¿y qué hay del consultor que trabaja contigo?

¿Te has parado a pensar si es el ideal?

¿Será capaz de darte respuesta?

Después de años de experiencia gestionando clientes y consultores, hemos identificado los 3 aspectos que verdaderamente determinan si el consultor que trabaja en tu cuenta es el que necesitas.

Porque sí, hay montones de consultoras de selección.

Las hay caras y las hay baratas, las hay que trabajan a éxito y las hay que ponen en valor su trabajo, unas de renombre y otras start-ups, las hay generalistas y las hay especialistas, están las de pañuelo desprendido y las de vaqueros con playeras…

Sin embargo, hay cuestiones que van más allá y que definen la verdadera esencia de una consultora y de su modo hacer: el equipo que ponen a tu servicio. 

Esto es lo que va a determinar el tipo de relaciones que establezcan contigo en el día a día y, sobre todo, cómo se abordan los proyectos y a los candidatos. Lo que verdaderamente importa. 

Que hasta donde nos lleva la lógica, el dress-code, las oficinas pintonas y el soci@ encantador de serpientes no resuelven las vacantes…

En Touch in Touch recogemos el expertise de 3 generaciones distintas y su visión sobre el mundo de la selección desde diferentes perspectivas…, que curiosamente coinciden en lo esencial.

Será porque hemos visto de todo, todo tipo de prácticas y procedimientos, y después de más de 20 años en el sector podemos decir que hay 3 aspectos que verdaderamente determinan si el consultor que trabaja en tu cuenta es el ideal:

1. Pasión

Y no es broma.

Es ese consultor que sabes que se preocupa por entender a fondo quién eres y quién no (a veces esto último es lo más importante).

Que es capaz de mimetizarse con lo que te gusta y con lo que te horroriza.

Ese que es capaz de vender tu proyecto a los candidatos como si fueras tú mismo o como si fuera su propia organización, con toda la pasión, entusiasmo y franqueza, pero trasladando seguridad, conocimiento y una identificación con la organización que rezuma de sus palabras.

Importante no confundirlo con el consultor-teleoperador que se pone en modo ON y que habla con los candidatos como quien te vende una oferta de telefonía a la hora de la siesta…, ahí las probabilidades de éxito son las mismas que jugando a la lotería.

2. Lucha

Tal y como está el mercado y la actual guerra por el mejor talento, necesitas un Nadal. Alguien que nunca se rinda aunque las posibilidades parezcan mínimas, que luche hasta el final y que dé lo mejor de sí mismo en cada partido.

El mundo de la selección es así, necesitas un consultor que barra el mercado en búsqueda del mejor candidato, sí, pero que no se conforme con publicar un anuncio y hacer 20 contactos-hablar con 10-presentarte a 3. Así las probabilidades de éxito son realmente bajas.

Necesitas alguien que se implique, que se dedique a fondo a tu proyecto, no a ratitos o al tran tran, Esto hace que tus procesos sean eternos y se cierren por desgaste, no por calidad.

Necesitas aquel que te asegure haberse metido a fondo en tu proyecto, que hace un sprint, que te cuenta las organizaciones que ha investigado, que te habla de los volúmenes manejados, de los hándicaps de tu proceso, y que con hechos y números irrefutables te ofrece la información que necesitas para poder brillar con tu cliente interno.

¿Lo tienes? Si no es así… quizá tienes un problema.

3. Experto

Sí, sí, sé que esto lo decimos todos.

Pero es que el consultor es tu primera imagen en el mercado, el que vela por la confidencialidad de tus vacantes o el que te la lía parda en un proyecto crítico para la organización… a veces porque no entiende lo que necesitas y a veces porque no sabe ni de dónde sacarlo.

Efectivamente, para algunas cosas la experiencia es un grado, pero es que no es cuestión de años sino de calidad de dicha experiencia.

Pregúntate esto:

¿Tu consultor conoce tu sector como la palma de su mano, conoce los perfiles que se están moviendo y en qué empresas, los salarios de referencia, sabe decirte si estás posicionado o no, si eres competitivo o si lo que vas a ofrecer no es atractivo?

¿Sabe lo que están demandando los perfiles de tu sector o te habla de tendencias en general?

¿Cuestionas lo que dice porque notas que te está intentado vender la moto o sabes con certeza que no te está engañando y que te habla desde la honestidad?

A veces no nos gusta escuchar lo que nos tienen que decir, es verdad, pero ese ya es otro problema.

Como veis, en ningún caso hablamos de precios ni de herramientas sofisticadas, y es que pagar mucho o poco no te asegura necesariamente el éxito.

La clave está en encontrar a ese consultor que se convierte en tus manos y tus ojos en el mercado, que es de tu total confianza y que tienes la certeza de que esprinta en cada proyecto como si no hubiera un mañana…, dándolo todo hasta el último momento.

Ese consultor en el que confías y del que sabes que nunca te presentará el candidato más caro para aumentar su fee. 

Si algunas de estas cuestiones te hacen dudar…, quizá tienes que seguir buscando. Probablemente no necesitas al más listo, ni al más caro, ni al más guapo…

Lo que necesitas es pasión, lucha y expertise… Porque existe y es lo que hace de la selección algo sencillamente eficaz.

Más información: www.touchintouch.com