Aunque creamos tenerlo todo controlado en una entrevista de trabajo, a veces no tenemos en cuenta lo que nuestro cuerpo dice de nosotros -posturas, ademanes, gestos, tensión muscular o la respiración, incluso cómo vamos vestidos o peinados-, y a veces puede que estemos transmitiendo inconscientemente algo que no queremos. Según un análisis de la plataforma de creación de currículos online CVapp.es, la primera impresión que se lleva un entrevistador puede ser el lenguaje corporal en una entrevista de trabajo puede ser definitiva, y ésta está basada sobre todo en el lenguaje no verbal y solamente un 7% en lo que decimos. En total, el lenguaje no verbal representa más de 55% de la interacción y, por tanto, nuestras reacciones o gestos pueden generar un impacto positivo o negativo en la consecución de ese futuro puesto de trabajo.
“El lenguaje no verbal es todo aquello que emitimos o percibimos de una o varias personas sin que se haya hecho uso de palabras en una comunicación. Cuando estamos frente al reclutador en una entrevista de trabajo, estamos siendo observados y examinados, y es el momento para presentar nuestras cualidades y competencias de manera adecuada para obtener el puesto deseado, también con lo que no decimos”, explica Rolf Bax, content specialist de CVApp.
Para CVApp.es, los profesionales de la gestión del talento evalúan tres aspectos clave que podemos proyectar con una comunicación no verbal acertada: la seguridad y confianza; el interés y la motivación; y la afinidad con la cultura y los valores de la organización. Para ayudar a los candidatos a preparar este aspecto de las entrevistas en su búsqueda de empleo, la compañía ofrece los siguientes consejos:
- El saludo: un apretón ni muy suave ni muy fuerte: El saludo es uno de los primeros pasos para transmitir una impresión positiva a tu entrevistador, y casi siempre se incluye un apretón de manos. Es clave que no sea demasiado débil, pero tampoco muy fuerte. Lo importante es demostrar confianza sin intimidar al reclutador.
- El contacto visual: Con una mirada podemos estar mostrando seguridad o nerviosismo. No es recomendable mirar fijamente para no hacerse sentir incómodo al entrevistador, pero tampoco apartar la mirada, porque podría pensar que no somos transparentes ni sinceros. Un truco, si nos resulta difícil mirar a los ojos, es fijar la mirada entre el espacio que hay en las dos cejas, de este modo no notará que evitas el contacto visual.
- La vestimenta: Cuando nos preparamos para una entrevista de trabajo siempre dudamos -¿Qué me pongo? ¿Qué color elijo? ¿Cuál será la ropa más adecuada para dicha empresa?- Aquí es importante ser fiel a nuestro estilo y sentirnos cómodos. Lo mejor es usar colores neutros y líneas sencillas que no destaquen en exceso. Si podemos, aún mejor sería investigar el código de vestimenta que usa la organización para ir acorde con él.
- La sonrisa: En cualquier lugar del mundo una sonrisa sincera y abierta transmite sentimientos positivos. Además, logrará que el entrevistador nos vea como alguien agradable, amable y receptivo, alegre. Tengamos cuidado con la sonrisa falsa, forzada o con sonreír a medias, todo ello denota justo lo contrario: inseguridad y engaño.
- Los gestos: Uno de los elementos del lenguaje corporal que más se destacan en una entrevista de trabajo son los gestos. Lo más acertado es mover las manos de forma natural sin agitarlas demasiado, porque parecería sobreactuado. Por otro lado, cruzar los brazos transmite sensaciones negativas y nos hace parecer una persona insegura, miedosa y cerrada a los cambios.
- El contacto, en niveles mínimos: Aunque en muchos lugares, incluso de trabajo, se sigue saludando con dos besos, estos contactos, igual que los abrazos, deberían reservarse para familiares y amigos, en una entrevista de trabajo eso sería extralimitarse. Un apretón de manos como hemos mencionado anteriormente es suficiente.
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