Según datos de la OCDE, 4 de cada 10 jóvenes españoles de entre 25 y 34 años (exactamente un 41%) cuenta hoy en día con estudios superiores, un valor ligeramente superior a la media europea, que se sitúa en un 40%. De hecho, el porcentaje de licenciados en esta franja de edad se ha duplicado en los últimos treinta años: pasando de un 20% a un 43%. Cifras, todas ellas, que acreditan la importancia de contar con un título universitario: “las certificaciones académicas resultan casi imprescindibles en procesos de selección de perfiles cualificados, especialmente para posiciones júnior”, asegura Montse Castilla, Socia y General Manager de AdQualis Talent Search.
No obstante, existen algunas competencias que complementan al título y que facilitan y agilizan la contratación. Algo especialmente acentuado entre perfiles digitales y tecnológicos para los que los conocimientos complementarios y actualizados ganan peso. El ámbito digital es, de hecho, en el que se dan más casos donde a los candidatos se les valora especialmente por la formación complementaria o la última experiencia y proyectos desarrollados en el ámbito digital. De hecho, según un estudio de Stack Overflow, 2 de cada 10 profesionales del ámbito tecnológico no provienen de carreras relacionadas con la tecnología, la programación o la ingeniería.
¿Cuáles son, entonces los elementos que, además del título universitario, pueden ser muy valorados a la hora de optar a un puesto de trabajo?:
1. Contar con unos conocimientos actualizados: Hoy en día y, especialmente en lo que respecta a las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), uno de los aspectos más relevantes son conocimientos actualizados en esta área de especialidad. “La tecnología y las herramientas cambian a un ritmo tan vertiginoso que resulta imprescindible adentrarse en un proceso de aprendizaje constante, algo que aportará un gran valor añadido en la incorporación a una nueva compañía”, continua Castilla.
2. Contar con conocimientos de un sector: Disponer de nociones específicas sobre un sector o área de especialidad es otro de los componentes más valorados. “Que un profesional júnior se haya informado debidamente sobre las características y funcionamiento de un sector o área de negocio, o cuente además con alguna experiencia es un ingrediente que generará una mayor confianza para la empresa contratante”, manifiesta la socia de AdQualis.
3. Ser autodidacta para adaptarse a las nuevas tendencias: Por último, tener la capacidad de aprender constantemente de una manera autónoma es también una competencia altamente valorada por los reclutadores. Así lo apuntala Castilla: “hoy en día se buscan perfiles muy transversales, con iniciativa y con capacidad de adaptación y aprendizaje de nuevas competencias”.
En definitiva y, pese a que contar con una formación superior sólida es un elemento fundamental para abrir puertas al mercado laboral a jóvenes profesionales, existen otros elementos complementarios que pueden ayudar a llamar la atención de los recruiters.
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