Todos sabemos lo complicado que es encontrar un buen trabajo. Pero eso no justifica que se mienta en el currículum para ganar puntos en el proceso de selección. Incluir mentiras sobre nuestros conocimientos, habilidades o experiencia nos puede salir muy caro. Tarde o temprano, la empresa descubrirá el embuste y las consecuencias pueden ser nefastas y no solo para ese puesto de trabajo.
En primer lugar, mentir sobre nuestro nivel de idiomas no es recomendable ni tampoco muy inteligente, sobre todo porque es muy fácil comprobar si de verdad sabemos hablar o no otro idioma. Puede que la empresa haya preparado un test para evaluar nuestro nivel escrito o basta con que nos hagan unas simples preguntas durante la entrevista para que se den cuenta de sí dominamos o no tantas lenguas como decimos.
Tampoco conviene falsear la experiencia laboral. Durante las entrevistas tendremos que explicar con detalle qué puestos y responsabilidades hemos ejercido en trabajos anteriores. Seguramente se darán cuenta de que estamos mintiendo o exagerando pero, en el caso improbable de que no sea así, lo descubrirán de todos modos. Cuando estés contratado y trabajando, inmerso en el día a día, sabrán que no estás preparado para el puesto.
También es un error presentar referencias laborales o cartas de recomendación falsas. Muchas veces creemos que no se verifican, pero lo cierto es que es muy fácil comprobar si estas pruebas son ciertas o un ejemplo más de que el aspirante al puesto está mintiendo. No olvides, además, que muchas empresas cuentan con pruebas específicas para analizar el perfil psicológico de sus empleados, donde evalúan habilidades, puntos fuertes y débiles. La honestidad, sin duda, es una de las cualidades que más se valora hoy en día.
Pese a todo, es cierto que mentir en el currículum es bastante habitual, puede que más de lo que pensamos. De hecho, los estudios confirman que el 32 por ciento de los aspirantes admiten que intentan “maquillar” su CV con mentiras para tener más posibilidades a la hora de optar a un puesto de trabajo.
De lo contrario, se arriesgan a que les ocurra como a un alto ejecutivo francés de un conocido supermercado que fue acusado por mentir en su currículum vitae. En estos casos, la empresa puede despedir al empleado con un despido procedente e incluso puede presentar una denuncia ante el Tribunal del Trabajo. También fue conocido el caso de la diputada alemana Petra Hinz que tuvo que dimitir tras confesar que su formación como jurista era inventada y que, según su curriculum, había completado en 1983.
Para evitar tener que enfrentarse a situaciones tan desagradables como ésta, es más que recomendable ser honesto y confiar en nuestras cualidades a la hora de buscar trabajo. Mentir en el CV solo nos puede traer disgustos. Si nos pillan, además, nuestra reputación quedará manchada para futuros trabajos. Y nuestra profesionalidad siempre será cuestionada.
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