Cuando se va tener una entrevista de trabajo, indudablemente todo el mundo se la prepara, de hecho, cuanto menor es la experiencia mayor es la preparación.
Sin embargo, lo peor que se puede hacer es mostrar que hemos estado previamente preparándola y que estamos interpretando un guión.
En la fase de preparación lo que hacemos es plantearnos cómo contestar a determinadas preguntas que pueden resultar decisivas, para que el proceso de selección resulte a nuestro favor.
Sin embargo, si esas preguntas clave, se responden demasiado rápido y su respuesta es demasiado suave, nos arriesgamos a evidenciar que la la respuesta ha sido ensayada, en lugar de participar en una conversación genuina.
Así que después de que el entrevistador nos realice la pregunta, conviene hacer una pausa y contestar utilizando algunas palabras clave de la pregunta del entrevistador para señalar que está construyendo lo que el entrevistador dijo.
El objetivo es que la conversación fluya más orgánicamente destacando o incluyendo aspectos que en curriculum no se mencionan para poder atraer la atención de nuestro entrevistador.
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