El programa Lanzaderas de Empleo que la Fundación Santa María la Real desarrolla y lidera desde el año 2013 en España, llega por primera vez al extranjero, concretamente a Portugal. Lo hace gracias al convenio de colaboración que la fundación ha alcanzado con la Associação Coração-Delta, Grupo Nabeiro y la Cámara Municipal de campo Maior.
Precisamente allí, en Campo Maior, ciudad lusa ubicada a escasos veinte kilómetros de Badajoz, ha tenido lugar esta tarde la rúbrica oficial del acuerdo entre el presidente de la Fundación Santa María la Real y creador del programa Lanzaderas, José María Pérez “Peridis”, y el Presidente del Grupo Nabeiro, Comendador Rui Nabeiro, ante la presencia del Ministro de Empleo de Portugal, José Antonio Viera da Silva, y la Consejera de Empleo y Educación de la Junta de Extremadura, María Esther Gutiérrez Morán entre otras autoridades políticas.
Cambio de enfoque de las Lanzaderas
Durante su intervención, “Peridis” ha explicado que la Fundación Santa María la Real creó en 2013 las Lanzaderas de Empleo como un programa de innovación social que cambia el enfoque en las políticas de inserción laboral desarrolladas hasta el momento. Su metodología, basada en el coaching y la cultura colaborativa, consiste en crear equipos de personas desempleadas que, guiados por un técnico, entrenan una nueva búsqueda de trabajo colectiva, visible, proactiva y solidaria, con la que refuerzan sus competencias transversales, mejoran su empleabilidad y cuentan con nuevas posibilidades de inserción laboral.
Crecimiento y expansión
Desde el 2013 hasta la actualidad, Santa María la Real ha creado 300 lanzaderas en España (por todas las Comunidades Autónomas, incluidas las islas Baleares y Canarias, así como las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla), con cerca de 6.000 participantes y una media de inserción laboral del 60%. Para ello, la entidad ha contado con la colaboración y la cofinanciación de administraciones públicas (Gobiernos Regionales, Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos) y entidades privadas, como Fundación Telefónica, que se ha convertido en el mayor socio colaborador, Obra Social “la Caixa” o Fundación Barclays, entre otros.
Claves del éxito y llegada del FSE
El crecimiento del programa y sus buenos resultados son posibles gracias a la colaboración y cofinanciación de las administraciones y entidades; al compromiso diario de los técnicos y participantes de las lanzaderas; al apoyo de una red de voluntarios y a la implicación de numerosas empresas y entidades. Todo ello ha influido de forma positiva para que este año, el Fondo Social Europeo,– dentro del Programa Operativo POISES- haya concedido a la Fundación Santa María la Real la cofinanciación de 12,7 millones de euros para la puesta en marcha de más de 500 Lanzaderas hasta finales de 2019.
Primera experiencia piloto en Portugal
La primera experiencia piloto se llevará a cabo en diciembre en Campo Maior. Seguirá la misma metodología que se ha usado en España y servirá para ayudar a 20 jóvenes (hombres y mujeres) menores de 35 años desempleados de la ciudad a realizar una búsqueda de trabajo innovadora. Podrán participar personas de cualquier nivel formativo, con o sin experiencia laboral, y procedentes de cualquier sector laboral. Esto permitirá constituir un equipo lo más variado posible, para que puedan compartir conocimientos y complementarse mutuamente, desterrando así la competencia y fomentando la cultura colaborativa.
¿Qué harán en la Lanzadera?
Los 20 jóvenes seleccionados se reunirán varios días a la semana en los locales cedidos por la Cámara Municipal de Campo Maior. Llevarán a cabo sesiones de coaching e inteligencia emocional, dinámicas de comunicación, marca personal y búsqueda de empleo 2.0; entrenamiento de entrevistas personales; elaboración de mapas de empleabilidad, visitas a empresas, reuniones con emprendedores y procesos de intermediación laboral con responsables de Recursos Humanos.
Este funcionamiento permitirá que cambien su actitud y lleven a cabo una búsqueda de trabajo innovadora, proactiva, solidaria y colectiva, en equipo, para sacar a las personas desempleadas de la soledad, el desánimo o la frustración que conlleva el paro, registrando un cambio de motivación y actitud, un crecimiento personal y profesional, y un refuerzo de su empleabilidad.
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