LinkedIn ha celebrado este mes de mayo su 13º aniversario, y pese a ello aún son muchos los usuarios que no tienen claro si la red profesional sirve realmente para encontrar trabajo.
El 87% de las empresas utilizan las redes sociales para reclutar candidatos, y en concreto el 88% de los reclutadores asegura que consulta la actividad de los candidatos a una vacante en LinkedIn. La red profesional ha superado los 8 millones de usuarios en España, y ofrece «más y mejor información que el CV tradicional», según Gina Aran, colaboradora del máster de Dirección y Gestión de RRHH de la UOC.
También los trabajadores piensan que LinkedIn es una buena herramienta para encontrar empleo. Un estudio reciente señala que el 70% de los usuarios de la plataforma considera que es la herramienta idónea para encontrar empleo. Le siguen de lejos Facebook (56%) o Twitter (38%).
Pese al éxito que muchos usuarios le atribuyen, «hay perfiles buenos y perfiles malos en LinkedIn», señala Aran, que destaca algunos de los errores más comunes que se cometen.
1. Estado
Poner en el estado que se está «en búsqueda activa de trabajo» o «buscando nuevos retos laborales» es uno de los errores más comunes que se cometen. «Incluir esta información en la pequeña presentación del candidato -120 caractéres debajo del nombre- es un error porque es la primera información que ve el seleccionador», señala la experta, que considera que no aporta nada interesante. «Hay que escribir un titular profesional, que aporte información interesante de quién es el candidato, qué profesión ejerce o qué ambitos laborales le interesan». Si se están buscando nuevas oportunidades laborales, «esta información se tiene que incluir en el extracto pero no en la presentación», concluye Aran.
2. Solicitudes de amistad de desconocidos
La calidad de los contactos es más importante que la cantidad. Teniéndolo en cuenta, ¿hay que aceptar las solicitudes de amistad de gente que no se conoce? «Si lo entendemos como un espacio de networking abierto, sí», asegura Aran. Cuanto más amplia sea nuestra red «más probabilidades tendremos de tener contactos de calidad, es decir que se genere un trabajo en nuestro ámbito». Recuerda que «LinkedIn está pensado para estar hiperconectados». La experta propone una estrategia útil para ir aceptando invitaciones es «hacerlo gradualmente»: así conseguimos ser visibles durante más tiempo en el timeline y podemos alternar contactos de más o menos calidad para el usuario.
3. Abusar de las invitaciones
Cada usuario tiene un límite de 3.000 invitaciones para enviar a nuevos contactos. Pueden parecer muchas, pero a lo largo de una vida profesional no son tantas, advierte la experta, que recomienda que se prioricen a contactos vinculados con la profesión, o a gente que se haya conocido en actos o eventos del sector. En cuanto a los mensajes privados, Aran recomienda enviar correos o solicitudes a «personas con quienes se crea que pueden surgir colaboraciones mutuamente beneficiosas, intentando no hacer peticiones sin aportar nada». Y advierte: «enviar ofertas indiscriminadas y frecuentemente será recibido como spam».
4. Resumen de uno mismo
Una buena presentación siempre es importante, pero lo es todavía más en LinkedIn. «La homogeneización de los currículums hace cada vez más importante el espacio del extracto», una breve presentación donde podemos «mostrar nuestras competencias más relevantes y/o preferencias laborales». En menos de 2.000 caracteres se debe ser conciso y «utilizar palabras clave», las mismas con las que el propio candidato se buscaría. Para hacer un buen extracto hay que explicar «lo más destacado de nuestra trayectoria y los intereses profesionales que nos ocupan». La red permite ilustrarlo con imágenes, vídeos o PDF «esto es una información muy atractiva para los seleccionadores». El primer párrafo «será lo que más leerán los reclutadores, o quizás lo único, así que hay que trabajarlo bien», avisa Aran.
5. Solo recomendaciones reales
Para tener un perfil completo en LinkedIn, la red te pide hacer tres recomendaciones como mínimo. Aran afirma que «tienen poco valor porque en ser siempre tan hiperpositivas han perdido credibilidad». La experta recomienda que «hagan referencia a proyectos o trabajos en que ambos individuos han trabajado conjuntamente» y que se pueda demostrar. Tanto para la propia red como para los reclutadores «tienen más valor las recomendaciones de jefes o superiores que las de los trabajadores de mismo nivel, o en el caso de ser empresario, las de los clientes».
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