Aunque la puesta en marcha del supervisor bancario europeo único hace un año restó competencias al Banco de España, este no ha visto reducida la carga de trabajo en algunas de sus divisiones, sino todo lo contrario. Es el caso, por ejemplo, del departamento de resolución, compuesto actualmente por 15 personas. En ese escenario, el organismo dirigido por Luis María Linde prevé aumentar la plantilla dedicada a esas labores hasta 30 empleados.
A finales de este mismo mes se prevé alcanzar la cifra de 18 trabajadores, tres más que ahora, que el departamento ya tiene aprobados. Sin embargo, y según fuentes del supervisor nacional, esa plantilla se estima insuficiente para abordar la labores previstas en 2016, y se ha fijado una plantilla objetivo de 30 personas, el doble que la actual.
El departamento de resolución del Banco de España, creado en la reforma del organigrama que el ente llevó a cabo el pasado abril y dependiente de la Dirección General de Estabilidad Financiera y Resolución, tiene encargada tareas relacionadas con la resolución preventiva de entidades de crédito. Es decir, de tomar las decisiones necesarias para que un banco, en caso de problemas, adopte medidas que reconduzcan su situación o, en situaciones más graves, de inviabilidad, se liquide o rescate de forma ordenada.
Así, por ejemplo, ese departamento es el que acaba de elaborar los planes de resolución de Banco Santander, BBVA y Caixabank, que incluyen las medidas que estos bancos tendrían que aplicar en caso de inviabilidad. Además, en las próximas semanas tendrá que dar su visto bueno a los planes de recuperación que han diseñado las otras 14 entidades con las medidas tempranas de corrección y que le servirán para redactar después sus planes de resolución.
Aunque esta es una tarea que en principio el Banco de España sólo tendría que hacer con las entidades no supervisadas por el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) —cajas como Ontinyent y Pollença, las cooperativas y los bancos más pequeños como March y Pueyo—, el BCE ha delegado esas tareas en el supervisor nacional tanto para este ejercicio como para 2016 y 2017, alegando que aún no tiene un conocimiento del sistema financiero nacional tan profundo como el Banco de España.
Por otro lado, y según esas fuentes, departamento ha visto incrementadas notablemente sus funciones de reporte de información a Fráncfort, además de colaborar con las autoridades europeas en otros trabajos como los test de estrés de carácter anual. En la medida de los posible, aseguran desde el organismo, esas 12 nuevas plazas se cubrirán «maximizando la movilidad interna», pero no se descarta abrir una convocatoria de empleo. Cabe recordar que más de 100 empleados del Banco de España se han trasladado este año al BCE para integrar el supervisor único.
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