Las empresas españolas han registrado pérdidas de 36.816 millones de euros a causa de la morosidad en 2014, lo que supone un 2% del total de las pérdidas de las compañías durante este periodo, según un informe sobre la morosidad en Europa realizado por la compañía Intrum Justitia.
Así, España se mantiene por debajo del ratio europeo, situado en el 3,1% y que representa unas pérdidas de 289.000 millones de euros. Además, las empresas españolas se sitúan por debajo de Italia (3,7%), Reino Unido (3,8%) y Suiza (2,1%).
En este contexto, el informe refleja que el 62% de las empresas prevé que este riesgo de impago se mantendrá estable durante los próximos 12 meses, mientras que el 11% considera que aumentará y 27% cree que descenderá. El optimismo difiere según el país, ya que en Francia un 34% de las compañías prevé que este índice crezca, al igual que el 27% de las italianas y el 25% de las portuguesas.
La media en España supera en 45 días a la Europea
Respecto a los plazos de pago, en España la media se sitúa en 73 días, lo que supone 45 más que la media europea. Por tipo de pagador, las administraciones públicas se mantienen como los que más retrasos acumulan, con una media de 103 días, frente a los 30 días que marca la Directiva europea que entró en vigor hace dos años.
En el otro extremo, las empresas B2B reducen esta cifra hasta los 69 días y la media de las compañías B2C se sitúa en los 45 días. En esta línea, el informe destaca que el 83% de los empresarios españoles encuestados ha afirmado que ha recibido presiones para ampliar las condiciones de plazos de pago, cifra similar a la de países como Portugal (72%), Francia (72%) y Grecia (66%). No obstante, en este caso la media europea se sitúa en el 40%.
En este contexto, los retrasos en los pagos suponen un problema para la supervivencia de las empresas. Las consecuencias directas de los aplazamientos provocan, por ejemplo, que el 72% de las empresas de esta zona presente problemas de liquidez. Asimismo, el 50% ha asegurado que la morosidad les impide crecer como negocio.
En esta línea, el 86% señala como una de las causas las dificultades financiera de los clientes, frente a un 68% que considera que el retraso del pago es intencional y el 44% que cree que el motivo es la ineficiencia en el área administrativa de sus clientes.
Menos contratación por la morosidad
La elevada morosidad en España hace que el 11% de las empresas encuestadas no prevean realizar nuevos contratos, mientras que el 18% asegura que podría contratar más empleados si se cumplieran los plazos de pago.
A nivel europeo, el porcentaje de compañías que cree que unos plazos de pago más eficaces harían posible contratar a más empleados, se sitúa en el 32%, unos ocho millones de negocios.
Ante esta situación, un 24% de las empresas buscan vías alternativas de financiación, mientras que en España el 12% afirma haber considerado a bussiness angels, fondos de inversión o plataformas de crowfunding para poder obtener financiación.
Respecto a la nueva Directiva europea sobre la lucha contra la morosidad, el 66% de los países del sur de Europa no han notado ningún impacto desde su puesta en marcha y el 20% cree que sería beneficioso para el tejido empresarial que se regulara este derecho a reclamar para los impagos por parte de los consumidores, que están excluidos de la actual Directiva.
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