RRHH Digital El día a día en una empresa y la carga laboral a veces provocan que pasen desapercibidas para muchos trabajadores ciertas conductas negativas. Muchas veces, incluso, existe un desconocimiento por parte de los empleados que éstas se están dando en su entorno laboral, dado que no siempre se manifiestan de una forma contundente.
En este contexto, es donde encontramos un nuevo concepto que describe un antiguo problema: el mobbing, que se utiliza para describir una situación de violencia psicológica laboral (del inglés “to mob”, atropellar).
Se trata de una práctica que se produce de forma continua y sistemática, incidiendo de psicológica y físicas en la víctima, quien se ve en una posición de indefensión ante sus agresores.
La víctima de mobbing sufre distintos actos humillantes como por ejemplo, que sus compañeros de trabajo no le dirijan la palabra, le aíslen, desprestigien o descalifiquen su desarrollo como profesional. En definitiva, la desacrediten ante el resto.
Las consecuencias de estas prácticas podrían derivar en casos más graves como estrés e incluso depresión a medio y largo plazo. Además, se evidencian en el día a día en síntomas que, somatizados, derivan en dolores de cabeza, contracciones musculares y enfermedades gastrointestinales como colón irritable o úlcera, por nombrar algunas.
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