Vivimos inmersos en una nueva era del trabajo, donde tanto empresas como empleados han modificado sus actitudes y sus expectativas, conscientes de tener que adaptarse a un nuevo entorno laboral y una nueva forma de trabajar tras la pandemia.
Los datos ponen de manifiesto cómo la salud mental en el entorno laboral ha empeorado durante estos últimos 2 años. Así, un reciente estudio de Adecco muestra cómo cerca del 40% de los españoles asegura haber sufrido el síndrome del trabajador quemado (conocido como ‘Burnout’), donde el estrés y el agotamiento mental son algunos de sus síntomas más limitantes.
Además, el informe asegura que el 75% de los encuestados señala la importancia de contar en el futuro con apoyo de cara a reforzar su salud mental en el trabajo. Pero, ¿se están tomando ya medidas para luchar contra ello?
“Las empresas comienzan a ser conscientes de la necesidad de reforzar la salud mental en el trabajo, y temen que se convierta en la próxima pandemia”, asegura Teresa Zafra, coach y fundadora de Oblu Coaching. “Las empresas empiezan a mover ficha para crear planes y medidas adecuadas para contribuir al bienestar en el trabajo de sus empleados. Y el Coaching es una potente herramienta en este sentido”, recalca.
¿Cuáles son los problemas de salud mental más comunes a los que se están enfrentando los trabajadores? Los expertos apuntan al estrés como uno de los principales factores de riesgo para la salud física y mental en el siglo XXI, aunque no es el único. Otras patologías como la glosofobia (el miedo a hablar en público) también están experimentando un crecimiento notable estos últimos años.
Estrés laboral: España a la cabeza en Europa
Según datos del INE, un 40% de los trabajadores y más de la mitad de los empresarios confiesan sufrir estrés, el segundo problema de salud general más frecuente en el entorno laboral tras los trastornos musculoesqueléticos y el primero de salud mental.
Un problema con graves efectos físicos y emocionales, y muy relacionado también con conceptos más del ámbito laboral, como el absentismo, el rendimiento, la productividad, etc.
“La incertidumbre que hemos vivido en la pandemia, unida a todos los cambios a los que hemos tenido que hacer frente en nuestro entorno laboral durante este período y las nuevas formas de organización del trabajo, han propiciado un gran aumento de casos de estrés. Contar con herramientas eficaces para poder hacerle frente y gestionarlo de forma adecuada es esencial, y es algo de lo que empresas y organizaciones empiezan a ser conscientes. De ahí que los departamentos de Recursos Humanos comiencen a dotar a sus empleados de estas herramientas a través de procesos de Coaching. Esto no solo les ayudará a reforzar el compromiso y la motivación de sus empleados, también evitará que se produzcan trastornos conductuales y emocionales derivados del estrés (como agresividad, impulsividad, depresión, ansiedad…)”, afirma Teresa Zafra.
La glosofobia también ha aumentado durante la pandemia
Según un estudio de la Universidad de California, más del 75% de la población sufre o ha sufrido en algún momento glosofobia (miedo a hablar en público). Un problema que puede llegar a ser realmente limitante, a nivel personal y sobre todo profesional.
“Vivimos en un momento de la historia donde ser buen comunicador y controlar la oratoria es clave a nivel profesional. Lo necesitamos a la hora de negociar con clientes, con proveedores… pero también al comunicarnos con nuestros compañeros de trabajo, con nuestro equipo… Negociar, persuadir, hacer llegar el mensaje de forma clara. Para algunas personas es algo innato, pero no para la gran mayoría. Para las empresas, la glosofobia supone un gran problema, ya que entre los profesionales existe un gran déficit en la formación de este tipo de habilidades, que se pueden trabajar y mejorar notablemente mediante un proceso de Coaching”.
Y, ¿qué ha ocurrido durante la pandemia? ¿Es cierto que el miedo a hablar en público está aumentando ahora que empezamos a volver a la oficina?
Como señala Teresa Zafra, “El teletrabajo y las reuniones virtuales permitían que nos “escondiésemos” detrás de una pantalla (en muchos casos, no llegábamos a encender la cámara). Esta pérdida de presencialidad que hemos vivido ahora empieza a pasar factura a muchas personas, que se sienten inseguras a la hora de hablar en público, cuando antes era una tarea que realizaban con normalidad. Toca volver a aprender o a terminar de aprender a gestionar algunas cuestiones que afectan a nuestra salud mental, y los casos de glasofobia entre los profesionales son sin duda otro de los retos más importantes en esta nueva etapa post pandemia”.
El coaching como herramienta clave en pro de la salud mental
Según los expertos en Coaching, tanto el estrés como el miedo a hablar en público se pueden trabajar y aprender a gestionar correctamente a través de un proceso de Coaching. Como asegura Teresa Zafra: “El cambio no sucede de un día para otro, es un proceso en el que se aprenden y se van aplicando ciertas técnicas para gestionar esas emociones, tomando el control de ellas”.
Como explica Teresa Zafra, uno de los pasos principales en un proceso de Coaching consiste en trazar un plan de acción que te lleve a conseguir tus objetivos personales y/o profesionales, así como a alcanzar todas esas metas y sueños que siempre has deseado. Y uno de los principales obstáculos que muchas personas encuentran a la hora de comenzar un proceso de coachig es precisamente una correcta gestión del estrés (tanto a nivel personal o familiar como en el entorno laboral), ya que supone un factor limitante para alcanzar esos objetivos.
“Se trata de llegar a conocerse mejor, siendo capaces de identificar las emociones que han desencadenado en algún momento de tu vida una situación o período de estrés o ansiedad. A través de un proceso de Coaching, y con la ayuda y guía de un buen cocah, se consigue trazar un plan de acción enfocado a superar esas limitaciones, para poder alcanzar sus metas y objetivos”, aclara la fundadora de Oblu Coaching.
En cuanto a la glosofobia, un proceso de Coaching permite que el coachee tome conciencia y reflexione sobre las causas que le llevan a ese bloqueo a la hora de comunicarse. “El primer paso se centra en descubrir los motivos que provocan ese malestar, para detectar qué puedes mejorar y qué acciones puedes ir tomando para lograr derribar ese obstáculo, ese miedo que impide que hagas llegar a los demás tus conocimientos, ese mensaje que quieres transmitir y en el modo justo en que deseas transmitirlo”, añade Teresa Zafra.
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