Preservar la salud de los trabajadores es uno de los retos a los que se enfrentan las empresas en el siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aseguran que la salud del trabajador no solo afecta a la ergonomía en su puesto laboral, sino que también afecta a la calidad del aire.
Actualmente, un 34% de los trabajadores reconoce trabajar en un entorno laboral incómodo y poco saludable. Se trata de un dato que es elevado en relación al de otros países de la Unión Europea.
Los especialistas de Fellowes aconsejan a las empresas sobre la necesidad de crear un espacio de trabajo que sea cómodo. Según dicen, un buen equipamiento en el espacio de trabajo es “esencial” para mejorar la salud del trabajador.
En ese sentido, ponen el acento en controlar la postura del cuello a la hora de trabajar para evitar efectos negativos en la salud. Según indican, los brazos de monitor ayudan a que la altura de la pantalla se mantenga frente a los ojos y se eviten dolores posturales.
Además, es importante evitar molestias en la espalda. En este caso, los expertos no solo inciden en la forma y la postura a la hora de sentarse, utilizando respaldos lumbares adecuados. También indican que es preciso apoyar la espalda en el respaldo y que la silla se coloque de manera recta frente al escritorio.
Para cuidar la salud también hay que tener en cuenta la necesidad de contar con una mesa apropiada. Los antebrazos se deben colocar de manera horizontal al suelo y los codos en un ángulo de 90º contando siempre con ratones ergonómicos y almohadillas para evitar daños en las muñecas.
Por último, no hay que olvidar la importancia de mantener una correcta circulación sanguínea. El trabajo sedentario influye negativamente en la circulación, por lo que se recomienda que, en la medida de lo posible, se alterne trabajo sentado y de pie para favorecer la circulación. También se aconsejan descansos de media hora para dar unos pasos y volverse a sentar.
Más información: Club del Emprendimiento
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