La productividad es algo que siempre nos ha preocupado, una manera de medir la calidad de nuestro trabajo y la cantidad de tareas que somos capaces de gestionar. Pero desde hace un tiempo, el cambio de mentalidad que ha impulsado la crisis pandémica ha hecho que la productividad se entienda también como una cualidad que, al tiempo que nos permite ser buenos trabajadores y cumplir con nuestras obligaciones, nos permite cuidar de nuestro bienestar y mantener nuestra salud, tanto física como mental.
Por eso, la plataforma de bienestar corporativo Gympass te da una serie de pautas clave que para mantener tu trabajo organizado y que tu eficiencia aumente, mejorando además tu bienestar y salud en el proceso.
- Escribe tus tareas pendientes y ordénalas en base a su prioridad: esta idea se basa en el método “Getting things done” o GTD, según el cual cada día debes escribir las tareas pendientes y determinar cuáles son las más urgentes. Así tendrás claro y podrás visualizar todas las tareas que tengas que hacer y te asegurarás de no olvidarte de nada, y cuando tus jefes te pregunten podrás explicarles rápidamente en qué punto está cada cosa.
- Entiende que no puedes hacerlo todo y ajusta las expectativas de tu equipo: siempre se da por hecho que una persona productiva es capaz de hacerlo todo, pero lo cierto es que ese tipo de productividad es algo inalcanzable. Por eso, una persona productiva es aquella que logra sacar adelante los proyectos realmente importantes para ella misma y para su empresa. Y a veces eso supone dejar para más adelante otras cosas que acaban cayendo bajo tu responsabilidad. “Para gestionar las expectativas de tus superiores, lo mejor es mantener con ellos un canal de comunicación constante y tener bien claras tus tareas pendientes, tus obligaciones y las prioridades de cada momento. Y es que, si tus jefes no están al día de tu carga de trabajo, darán por hecho que puedes encargarte de más tareas.
- Practica deporte antes o durante la jornada: la práctica deportiva antes o durante tus horas de trabajo está estrechamente relacionada con la productividad. No dudes en crear pausas para practicar un poco de deporte, algo que te ayudará a aumentar la concentración durante las horas posteriores. Practicar ejercicio eleva la agudeza mental y la capacidad de atención, dirigiendo más sangre al cerebro una vez la actividad física cesa, mejorando el estado de ánimo y aumentando los niveles de energía durante el proceso. Además, la actividad física nos hace sentir mejor y eso repercute en el estado anímico, haciéndonos más optimistas y resolutivos, lo cual se traducirá en nuestra productividad.
- Crea un espacio sin distracciones y exclusivamente para trabajar: cuando hablamos de distracciones, inmediatamente nos vienen a la cabeza las constantes alarmas del móvil, mensajes de whatsapp o notificaciones de apps o emails. Para reducir esta influencia, considera silenciar estos canales durante intervalos, hasta haber acabado aquella tarea importante o que tanta concentración requiere.
- Aprovecha tus horas de mayor rendimiento: durante la jornada laboral hay momentos que dedicamos a tareas más mecánicas y otros en los que ponemos a prueba nuestra creatividad o ingenio. Saber identificar el momento del día en el que mejor poder concentrarte (para muchos, la mañana; para otros, la tarde) te ayudará a saber cuándo hacer los trabajos más desafiantes, y también a acoplar esos periodos sin notificaciones para aumentar todavía más la productividad.
- No caigas en la trampa del multitasking: este consejo está relacionado con la necesidad de aceptar las limitaciones que tenemos todos para organizar el trabajo con eficiencia. Cuando intentamos dividir nuestra atención entre diferentes tareas, lo más seguro es que cometamos errores en alguna de ellas. Lo mejor es ir de una en una, dándole toda nuestra atención y alcanzando un nivel de detalle que los demás verdaderamente apreciarán.
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