Este septiembre la vuelta a la rutina se ha hecho más cuesta arriba que nunca. Y es que, tras dos años de teletrabajo forzado por la situación sanitaria y social derivada de la covid-19, más de la mitad de los españoles se han visto obligados a volver a sus puestos presenciales.
Aunque actualmente la vacunación va viento en popa a nivel nacional, con más del 70% de la población vacunada, hay una gran cantidad de trabajadores que viven la vuelta a la oficina con incertidumbre, miedo, ansiedad o incluso trastornos de sueño y de comportamiento.
Según la encuesta realizada por la aplicación ekilu, especializada en bienestar, dos de cada cinco personas sienten ansiedad por tener que incorporarse presencialmente a su puesto de trabajo.
Más de la mitad (54%) de los encuestados afirma que su ansiedad a la hora de incorporarse a la vuelta del verano a sus trabajos es mayor con respecto a antes de la pandemia. Otro dato que da buena fe de la grave situación psicológica por la que tienen que pasar los trabajadores que vuelven a la rutina es que actualmente, sobre la cifra total de bajas en nuestro país, más del 30% que optan por esta opción lo hacen por el estrés que les genera la nueva normalidad.
Una de las soluciones a este problema allegado puede ser el quiromasaje, una de las prácticas más populares para relajarnos después de un duro día de trabajo. Hasta el momento, son pocas las personas que conocen y saben desarrollar está técnica. Se compone de una serie de prácticas manuales que se ejecutan aplicando directamente las manos sobre la piel de la persona que lo recibe.
Por este motivo, desde Deusto Salud se pone a disposición de todas aquellas personas que se quieran especializar en este ámbito el curso de Quiromasaje. El objetivo es proporcionar los conocimientos específicos sobre el cuerpo humano en su vertiente anatómica y fisiológica, así como desarrollar y potenciar el conjunto de habilidades y destrezas manuales necesarias para aplicar las distintas técnicas de quiromasaje a cada parte del cuerpo.
Los distintos peligros para la salud de las personas
En este sentido, la encuesta también ha revelado que hay más peligros intrínsecos en la vuelta a la oficina, como empeorar la conciliación de la vida familiar y profesional (46%), volver a hábitos de mala alimentación (46%), los posibles contagios que puedan producirse en la oficina (36%), que los compañeros mantengan la distancia de seguridad (35%), los desplazamientos en transporte público hasta el lugar de trabajo (35%) y el uso de la mascarilla dentro de las oficinas (32%).
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