Se acaban las vacaciones de verano y es hora de reincorporarse al trabajo. Como también ocurre en Año Nuevo, la vuelta de las vacaciones suele ser un momento idóneo para plantearse nuevos propósitos laborales. Entre el “top ten” se encuentra pedir un aumento de salario. Sin embargo, este tema puede resultarnos difícil de tratar, delicado e incluso incómodo. Nos surgen mil dudas sobre cómo y cuándo plantear la situación a nuestro jefe y qué palabras serán las adecuadas para que no se confunda el mensaje. Por eso, desde TherapyChat abordamos este tema y te desvelamos varias claves para que puedas afrontarlo de la mejor manera posible:
En primer lugar, para enfocarlo de manera adecuada, puedes seguir los siguientes pasos:
- Apunta tus éxitos y logros, las nuevas responsabilidades que has asumido, y los conocimientos y habilidades que has adquirido. Tienes que argumentar por qué te mereces el aumento, y esto tiene que basarse en tu buen desempeño. Las organizaciones premian a los empleados comprometidos y que mayor valor aportan a corto y largo plazo.
- Investiga los rangos salariales para ofrecer una cifra realista y acorde a tu puesto.
- Ensaya, ensaya y ensaya. Es una reunión difícil y los nervios pueden estar a flor de piel. Transmitirás tus argumentos con mayor confianza cuanto más lo hayas preparado. Esta es una técnica que los psicólogos usamos mucho para ayudar a las personas a afrontar situaciones difíciles.
- Escoge el momento adecuado. Asegúrate de que la empresa no está pasando por un periodo de crisis económica, o de que tu jefe no se encuentra en un momento de mucho estrés. Además, suele ser recomendable pedirlo cuando has obtenido algún logro.
- Agenda una reunión privada con tu superior, no lo comentes en los pasillos, en la cafetería o delante de otros compañeros, y sé honesto y claro con el motivo de la reunión, adelántale que quieres hablar de una revisión salarial.
- Transmite tus argumentos con confianza, honestidad y entusiasmo. Hazlo a tu estilo. En este punto te ayudará nuevamente haber ensayado la propuesta tanto en tu imaginación como apoyándote en alguien de tu confianza.
Ante todo, ten presente que es una negociación win-win en donde ambas partes, tanto tú como la empresa, vais a obtener algo positivo.
Además de tener en cuenta estos pasos, también puede ser muy interesante estar preparados para interpretar las señales de la persona con la que estamos tratando el tema del aumento de sueldo:
- En primer lugar, debes tener en cuenta que la persona puede reaccionar de manera positiva o negativa, por lo que es importante que antes de la reunión anticipes sus posibles respuestas y que vayas preparado para abordarlas.
- Durante la reunión, observa a tu interlocutor mientras estás exponiendo tu petición. Presta especial atención a su comunicación no verbal, ¿parece interesado? ¿asiente con la cabeza? ¿frunce el ceño? ¿le notas impaciente? Y, por supuesto, a su comunicación verbal, ¿te hace preguntas? ¿aporta información que corrobora que está contento con tu desempeño?
- No des por sentado lo que está pensando o sintiendo al respecto. Muchas veces interpretamos gestos o expresiones de forma equivocada y esto puede desmotivarnos o hacernos perder confianza en nuestros argumentos. Para evitarlo, realiza pequeñas pausas a lo largo de la conversación y pídele feedback a medida que expones tus motivos. Puedes preguntarle qué le parece o cómo lo ve, sobre todo si sientes que sus reacciones son negativas o ambiguas. Te ayudará a conocer su opinión, además de a mostrar interés por su respuesta.
Por último, hay que ser conscientes de que una de las posibles respuestas es “no”. Si es así, no te desanimes, pregúntale si puedes conocer las razones para su negativa, no para rebatirlas, sino para saber cómo proceder a continuación:
- Si las razones tienen que ver con la situación de la empresa, plantéale tener una reunión en otro momento. Lo importante es establecer una fecha aproximada y que no se quede “en el aire”.
- Puede ser que no esté de acuerdo con tus argumentos y que la razón para su negativa tenga que ver con tu desempeño. En este caso, pídele feedback (aspectos positivos y aspectos a mejorar). Además, proponle tener reuniones periódicas para conocer tu evolución. Así estarás demostrando interés por tu desarrollo laboral y te seguirá teniendo “en el radar”.
- Por último, puede que la cantidad que hayas propuesto no sea la que esté dispuesto a pagarte. Piensa alternativas como una cifra menor u otro tipo de incentivos, como horarios más flexibles.
Elena Guerola Pejenaute, Psicóloga y Talent Scout en TherapyChat, asegura “antes de pedir un aumento de sueldo, tienes que pensar por qué quieres hacerlo. Parece una respuesta obvia, pero, muchas veces, la razón que hay detrás es la falta de ganas y motivación por tu trabajo. Piensas que, ganando una mayor cuantía económica, recuperarás la ilusión. Sin embargo, puede que a corto plazo esto funcione, pero puede ser solo un remedio temporal. A medida que pase el tiempo, te darás cuenta de que estos sentimientos persisten y que necesitas abordarlo de otra manera. Si tu trabajo ya no te llena, puede ser hora de plantearse un cambio laboral. Otro de los ‘top ten’ en la lista de propósitos para el nuevo curso”.
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