La pandemia ha provocado niveles más altos de incertidumbre laboral en las generaciones más jóvenes, especialmente la generación Z, nacidos después de 1993, tanto hombres como mujeres, y sobre todo, el personal sin cualificar y el personal administrativo.
Así se desprende del primer estudio sobre el impacto del Covid-19 en la salud psicológica y emocional en los trabajadores de las cinco Generaciones (T-BB-X-Y-Z) en el ámbito laboral, realizado por el Observatorio Generación & Talento.
Los resultados del estudio confirman el importante impacto de la situación de crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia sobre la salud psicológica y emocional de los trabajadores.
Los participantes más jóvenes obtienen peores resultados en prácticamente todas las variables que analiza este estudio excepto en la ansiedad/preocupación por el COVID-19.
Las variables psicológicas que analiza el estudio son: Incertidumbre sobre las condiciones laborales; incertidumbre sobre el puesto de trabajo; nivel de ansiedad/preocupación por la pandemia; ansiedad generalizada y sintomatología depresiva.
Como se puede observar, los resultados señalan una relación inversa entre la variable generación y la incertidumbre por mantener las condiciones laborales y por mantener el puesto de trabajo, siendo las generaciones más jóvenes las que muestran mayores niveles de preocupación.
Esta relación se invierte cuando hablamos del nivel de preocupación o ansiedad por la pandemia del coronavirus, ya que la generación que muestra una mayor puntuación media son los Baby Boomers y el grupo de mayor edad. Los niveles más bajos de preocupación corresponden a los emitidos por los participantes de la generación Z y los participantes más jóvenes.
Este resultado puede relacionarse con el nivel de amenaza percibida en función de la edad; es decir, son las personas mayores las que muestran una mayor severidad en los síntomas y una mayor tasa de mortalidad por infección por Covid-19.
El estudio revela también que son las mujeres más jóvenes (generación Y + generación Z) las que indicaron más cantidad de síntomas en los niveles de ansiedad generalizada. También las tasas de respuesta de sintomatología depresiva fueron especialmente altas en las mujeres de la generación Z.
Por categorías profesionales, en todas las generaciones (de hombres y mujeres) los niveles de incertidumbre para mantener las condiciones laborales son similares según las distintas categorías profesionales, excepto en el grupo de personal no cualificado de la Generación Z que es mayor. Los mandos intermedios de esta generación son los que muestran menor nivel de incertidumbre.
La generación Y y la generación Z puntúan más alto en síntomas de ansiedad generalizada y depresión en todas las categorías profesionales excepto en directivos (categoría profesional de la que no se disponen de datos en estas generaciones por su edad).
Respecto a las variables laborales, los trabajadores de la generación Z que no tienen posibilidad de teletrabajar muestran niveles más altos de incertidumbre con sus condiciones de trabajo y con el mantenimiento de su puesto de trabajo, mientras que en el resto de las generaciones las diferencias no son significativas. En esta generación de participantes más jóvenes, destacan también los altos niveles en las puntuaciones de incertidumbre para perder el puesto de trabajo, ansiedad generalizada y depresión cuando consideran que su empresa no les permite conciliar el trabajo con su vida personal.
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