La crisis derivada del coronavirus ha sacado a relucir otro asunto relacionado con la salud que, hasta hace muy poco, no gozaba de demasiada visibilidad, la salud mental, a pesar de que la mitad de la población sufre una enfermedad mental a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los efectos en la salud emocional que ha provocado la pandemia -y algunas prácticas extendidas en consecuencia, como el teletrabajo- han cobrado mayor protagonismo en el último año en todos los ámbitos y, más concretamente, en el empresarial. Así lo demuestran estudios como el realizado por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en 2020, que señala que el 60 % de los empleados sufren depresión o ansiedad. Por otra parte, la mitad de los días laborables no productivos son consecuencia de los efectos nocivos del estrés en la salud de los trabajadores.
Una mala salud mental en el puesto de trabajo no solo afecta a la salud de los empleados, sino que también repercute en el rendimiento de la empresa: pérdida de productividad y costes del absentismo y presentismo. No menos importantes son otros efectos menos tangibles, como un estado de ánimo negativo entre los trabajadores y una reputación desfavorable para la compañía. Es importante resaltar que las ventas de una empresa con empleados felices aumentan por encima del 30 %.
Según Brais Urceira, psicólogo del equipo de Loconseguiremos (Bienestar emocional & personas): “El bienestar cognitivo y relacional de los trabajadores es una prioridad. Tenemos que encontrar ese equilibrio, una conciliación sana para las personas. Sin ellos no existe la empresa”.
Las iniciativas de prevención de la salud mental no solo ayudan al empleado, sino que conducen a mejores resultados a las compañías. Desde el Colegio Oficial de Psicología de Madrid aseguran que las empresas no pueden esperar que la productividad vuelva a los niveles anteriores a la pandemia porque la preocupación e incertidumbre de los trabajadores no se va solo con el tiempo.
Nuevos factores a tener en cuenta en la evaluación de riesgos laborales
Hasta ahora, solamente era obligatoria la revisión a nivel psicológica en algunas actividades laborales (Directiva marco 89/391/CEE), como los controladores aéreos, pero a la vista de la situación por la que están pasando miles de trabajadores, el Ministerio de Trabajo quiere ir más allá y reparar en muchos más sectores profesionales, como el sanitario o el sector servicios entre otros. A partir de la aprobación de la exigencia de este plan de prevención psicológica, las empresas que no tomen las medidas, podrán ser sancionadas de acuerdo a la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social según el Criterio técnico 104/2021 sobre actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Riesgos Psicosociales.
Desde hace poco más de un año, los departamentos de Recursos Humanos se han visto obligados a hacer frente a situaciones muy novedosas y complejas, estrategias de organización adaptadas al teletrabajo, recursos más limitados y mayor riesgo físico y emocional de la plantilla. No solo se tienen que buscar las medidas que se adapten al marco legal, sino una inversión en planes de sostenibilidad para cuidar al empleado.
El camino emprendido para darle respuesta a estas necesidades de los empleados ya ha comenzado. Para el equipo de apoyo psicológico online Loconseguiremos, el objetivo se centra en mejorar la relación trabajador-empresa. “Además de oxigenar el trabajo de los compañeros de Recursos Humanos, debemos centrarnos en la salud de cada uno de las personas que acuden a la empresa y realizar una atención desde un enfoque psicológico”, explica Brais Urceira.
Una evaluación llevada a cabo por un equipo de psicólogos especializados
Bajo el punto de vista de Loconseguiremos, existe todavía un importante recorrido por delante. La nueva propuesta de ley implicaría que las empresas realicen evaluaciones periódicas de carácter psicológico de la plantilla.
“Así como las revisiones médicas en una empresa las realiza un médico, en Loconseguiremos sostenemos que las revisiones y evaluaciones psicológicas las debería realizar un psicólogo con formación específica y de forma objetiva”, apuntan desde el equipo.
La simbiosis entre la empresa, RRHH y el resto de la plantilla pasa por una atención psicológica que cuida el bienestar emocional de todo el ecosistema empresarial.
Los comentarios están cerrados.