Cualquier plan de bienestar, debe estar formado por cuatro partes -diagnóstico, diseño, comunicación y seguimiento- e incluir todas las actividades de la empresa destinadas a favorecer la vida de sus trabajadores.
Además, este plan tiene que ser personalizado y ajustarse a las necesidades reales de los empleados. A la hora de elaborarlo debes tener en cuenta:
1. Conoce las necesidades de tus trabajadores
Antes de nada, debes estudiar la situación real de tus trabajadores: hábitos, aspecto físico, emocional y mental, etc. Es decir, hacer un diagnóstico de sus hábitos de salud y bienestar.
Para conocer las necesidades de tus empleados, puedes realizar encuestas de satisfacción y de clima laboral.
Un ejemplo de este diagnóstico, es que en España la preocupación económica de las personas asciende a un 70%, siendo las preocupaciones más importantes el despido o el plan de pensiones. Por esta razón, los programas financieros de retribución flexible y flexibilidad de cobro deben estar presentes en tu empresa, ya que eliminan esos miedos y aumentan la productividad y seguridad de los trabajadores.
2. Implica a todos los departamentos de la empresa
Como hemos explicado en el apartado anterior, debes conocer las necesidades de tu equipo y las carencias del plan de bienestar financiero actual. Por ello, implicar a todos los departamentos, puede ayudarte a conocer los problemas del día a día y obtener información que no haya aparecido en las encuestas de satisfacción.
Además, una parte importante del plan es saber comunicarlo e implicar a los departamentos hará más fácil que las acciones sean conocidas por todos los trabajadores. Y ¡no olvides comunicarlo externamente! Que la sociedad sepa que te preocupas por la salud financiera, física y emocional de tus empleados, mejorará tu reputación corporativa y tu employer branding.
3. Ten en cuenta todos los tipos de desarrollo:
Los trabajadores aspirar a desarrollarse en tres ámbitos:
- Desarrollo profesional: a las personas nos encanta aprender y saber que podemos ascender dentro de una empresa. Ofrecer un plan de carrera aumentará la productividad y el compromiso de tus empleados.
- Desarrollo personal: invertir en el desarrollo de las aptitudes de los trabajadores, potenciará su confianza y hará que tengan mayor seguridad y mejor rendimiento. Una buena manera de potenciarlas, es implementar programas de ocio como team building y Work&Play.
- Desarrollo familiar: poner en marcha propuestas de flexibilidad horaria e invertir en la conciliación, mejorará su productividad y disminuirá los costes de tu empresa.
¿Quieres saber más sobre cómo implementar un plan de bienestar financiero para tu empresa?
Invertir en el bienestar financiero, contribuye a tener empleados felices, a aumentar la productividad y el rendimiento de la empresa y, sobre todo, a reducir costes operacionales. Y la mejor solución para cuidar de la salud financiera de tus trabajadores es el salario bajo demanda. ¿Conoces la solución de Devengo? Pide una demo.
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