La convulsa y trágica irrupción del coronavirus no sólo ha modificado nuestras forma de interactuar socialmente y, por consiguiente, nuestro habitual ritmo de vida, tanto de nuestros tiempos de ocio como en el aspecto laboral. Si algo nos ha enseñado la pandemia de la COVID-19 son nuevas terminologías y formas de mejorar sectores cada vez más diversos, entre los que cabe destacar el de riesgos laborales, especialmente en el asunto de los EPIs y vestuario laboral.
Antes de adentrarnos en la importancia de contar con un adecuado vestuario laboral, y de protección, en nuestro trabajo, nos centraremos en explicar a que nos referimos cuando hablamos de EPIs, un término desconocido para la mayoría de la sociedad antes de la aparición del virus. Por EPIs entendemos Equipos de Protección Individual (EPI), y no sólo debe asociarse al especto meramente médico. Hay otros sectores en donde el trabajador también debe de ser bien equipado y protegido, y no únicamente debido a la presencia de un virus contagioso; por ejemplo, en aquellos trabajadores que gestionan líquidos peligrosos. Los EPIs deben velar por mantener la seguridad y salud de los trabajadores, y son un elemento de vital importancia establecido en un Sistema de Gestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (SGSST).
¿Por qué son importantes los EPI?
Explicado este aspecto, vayamos a responder la pregunta que conforma el titular de este contenido ¿cuál es la importancia de los EPI en la gestión de los riesgos laborales? Aparte de continuar leyendo este artículo, las respuestas están en la Ley 31/1995 de prevención de Riesgos Laborales, en donde se establecen los requisitos para promover la salud y seguridad de los trabajadores, especialmente de aquellos que mantienen una relación estrecha con elementos problemáticos. O también consultando Novages. Y esto recae en el empresario, el cual debe proporcionar a sus empleados con los equipos adecuados y necesarios para realizar las labores encomendadas. El objetivo siempre es minimizar al máximo el riesgo de determinadas actividades.
Más allá de las leyes, estos equipos abarcan todo el cuerpo del trabajador: protegen la zona respiratoria (bien con una máscara, filtros o boquilla); hay una protección ocular y facial (suelen usarse gafas de protección o protectores oculares; protectores faciales e incluso pantallas faciales); la cabeza es otra zona a proteger (normalmente con un casco) y finalmente la ropa y los guantes son los encargados de evitar daños en el resto del cuerpo, siempre bien complementados con un calzado protector de uso profesional.
En función del trabajo a realizar pueden usarse otros complementos como protectores auditivos contra el ruido y protectores de altura, con anclajes y otros medios anticaídas. Lógicamente, el material y robustez de todos estos protectores va en función de la labor a realizar. Pero si la protección es fundamental, lo mismo es cuando nos referimos a saber cómo utilizar estos medios, en donde laformación que deben tener los trabajadores respecto al uso que deben dar a estos complementos. Para ello, no sólo deben darse unas nociones generales, sino completar sesiones de preparación acerca de la utilización de estas EPIs, los cuales también deben cuidarse de manera óptima para una mayor durabilidad. La más mínima anomalía inutilizaría estos sistemas de protección independientemente de la labor profesional a realizar.
Departamento de prevención de riesgos laborales
Estas recomendaciones no sólo recaen en el empresario y trabajador, sino que el departamento de prevención de riesgos laborales de cada empresa (en coordinación con el departamento de recursos humanos) es el encargado de coordinar formación, adquisición y revisión de equipo protector y cumplimento de una ley que vela por la seguridad y salud de todos. Por este motivo, las personas encargadas de estas tareas deben reunir una serie de conocimientos adecuados de cara a implementar todas estas instrucciones de seguridad. Asimismo, cada cierto tiempo deberán revisar que no haya problemas o que deban optimizarse determinados recursos, desde los equipos al estado físico del trabajador. E igualmente, éstos deben comprobar que los trabajadores cumplen con su parte y evitan así entrar en contacto con el riesgo.
En función de cada departamento y cada actividad laboral hay incluso una serie de programas informáticos que contribuyen a la cobertura de todas estas tareas. De hecho, son tareas que si se cumplen adecuadamente, no sólo garantizan esa seguridad, sino que permiten a empresa y trabajadores ser más eficientes y contribuir a la mejora del resto de personas, puesto que muchos de estos trabajos desencadenan una serie de beneficios en la sociedad, como hemos podido comprobar en estos meses de pandemia con los médicos. Lo mismo sucede con científicos, bomberos y otras profesiones de riesgo.
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