El coronavirus ha puesto en el punto de mira la importancia de ventilar bien los espacios cerrados. De hecho, recientemente se ha estimado que el 75% de los contagios se produce a través de aerosoles, partículas inferiores a 100 micras de diámetro que pueden quedar suspendidas en el aire durante horas.
Este alto porcentaje cobra especial relevancia cuando se habla de espacios cerrados, en los que las personas pasan de media casi un 90% de su día a día, según el informe OMS Europa 2013. Hogares, colegios, restaurantes… y, por supuesto, en la oficina.
Aunque durante la pandemia se ha fomentado la implantación del teletrabajo o el modelo híbrido -combinación de trabajo presencial y desde casa-, muchos trabajadores tienen que acudir diariamente a sus puestos de trabajo porque el tipo de tareas que desempeñan así lo requiere.
Garantizar un aire limpio y puro en estos espacios es esencial para cuidar el bienestar de los empleados. De hecho, la contaminación ambiental tiene efectos perjudiciales para la salud, más allá del coronavirus, e influye también en la productividad y el rendimiento.
Según el estudio ‘Barómetro sobre la Calidad del Aire Interior’, seis de cada diez españoles creen que el aire que respiran en sus centros de trabajo está contaminado. Además, el informe señala que el 61% piensa que dichos espacios no cuentan con ninguna tecnología específica que garantice la calidad del aire interior y cerca del 90% admite no estar suficientemente concienciado con la calidad del aire en espacios interiores.
Y eso que España cuenta con una normativa para asegurar que no existe ningún espacio público sin buenos protocolos de revisión y control de la calidad del aire. Tal y como recoge la reglamentación, se reconoce que un buen estado de conservación de los sistemas de climatización y renovación de los edificios es fundamental para la salud de las personas que acceden a estas instalaciones.
Análisis de calidad independientes
Algunas empresas, como por ejemplo la empresa de logística inversa del sector tecnológico ANOVO, en su compromiso con la Seguridad y Salud de los trabajadores, así como de clientes y proveedores, ha apostado por realizar un estudio completo de Calidad de Aire en Interior en todo su edificio por un laboratorio independiente.
Durante el análisis se han medido parámetros como el Dióxido de Carbono, el Monóxido de Carbono, las bacterias en suspensión, el Conteo de partículas en suspensión o los Compuestos Orgánicos Volátiles, entre otros.
La puntuación final ha sido un 10 sobre 10, es decir, la más óptima, lo que indica que las medidas implantadas por ANOVO van en el camino correcto con el fin de reducir el riesgo de contagio en el interior de los edificios, y protegiendo a la vez a todos los usuarios de los mismos frente a la propagación del Covid-19.
Según José García Martínez, CEO de ANOVO, “velamos por la seguridad y salud de nuestros trabajadores, así como la de nuestros clientes y proveedores, y más en el contexto de pandemia por coronavirus en el que no hemos dejado de prestar nuestros servicios por ser la nuestra una actividad esencial. Por ello, hemos decidido ir más allá del cumplimiento de la normativa vigente y hemos actuado conforme a la aplicación de las guías de buenas prácticas en la operación y mantenimiento de los sistemas de climatización, en función de las recomendaciones y revisiones tanto del Ministerio de Sanidad, como de las agencias internacionales y las organizaciones profesionales”.
ANOVO trabaja para ofrecer soluciones eficaces e innovadoras en el servicio postventa y la gestión de la cadena de suministro del sector tecnológico, ofreciendo una segunda vida a más de 4 millones de dispositivos al año.
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