El COVID19 ha traído muchos cambios y uno de los más importantes es el auge del teletrabajo. Pero el teletrabajo no está exento de problemas. Si se vive en un edificio el ruido de los vecinos puede ser estresante.
Conseguir aislarse completamente de los ruidos es difícil pero hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir de forma muy significativa las molestias de los demás, y al mismo tiempo no convertirse en un problema para los vecinos.
Si se está en una habitación cerrada y aún así el ruido que llega es excesivo, lo primordial es que se trate de tapar los huecos por los que el sonido llega hasta el interior.
Los huecos más grandes que hay en una habitación son las puertas y las ventanas.
Aunque parezca que la puerta es un elemento sólido por el que el sonido no debería pasar, en realidad no es así. Puede que la puerta sea hueca y no tenga la masa suficiente para detener el ruido del exterior. Además si hay hueco por debajo de la puerta o alrededor de la misma el sonido pasará sin ningún obstáculo. Los huecos son los mejores amigos del ruido.
Para insonorizar una puerta se pueden hacer cosas muy sencillas, como añadirle masa con planchas de madera o pladur y tapar los huecos con burletes. No se evitará por completo el ruido pero sin duda se reducirá mucho el problema.
Con una ventana los problemas son parecidos, teniendo en cuenta que además el cristal, si no es grueso, puede incluso amplificar los sonidos. Las soluciones para reducir el ruido que entra por la ventana son parecidas. Una de las mejores cosas que se puede hacer es instalar cortinas opacas, que aparte de ayudar con los problemas de ruido, son muy efectivas para tapar la luz excesiva del exterior.
«¿Has tenido problemas con tus vecinos durante el confinamiento? Dinos que has hecho para solucionarlos».
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