el 30% de los empleados que realizan trabajo de oficinas se quejan de dolores de espalda y el 45% declara trabajar en posturas dolorosas o que provocan fatiga.
Las personas que utilizan el ordenador de forma intensiva también pueden sufrir dolores en las muñecas y brazos. Una de sus manifestaciones más frecuentes es el “síndrome del túnel carpiano”, relacionado con el movimiento repetitivo que obliga manejar el teclado.
Un diseño inadecuado del espacio de trabajo, y su equipamiento, la adopción de posturas incorrectas y el excesivo sedentarismo son el origen de la gran mayoría de estas dolencias.
Cuando una persona permanece durante mucho tiempo sentada, se incrementa la presión en su espalda, y aunque al principio no sienta molestias, al cabo de los años pueden aparecer serios problemas y enfermedades.
Un entorno laboral ergonómico que se adapte a las personas previene molestias y enfermedades, crea estados psicológicos saludables, motiva a los empleados y reduce los índices de absentismo laboral. “De hecho, un espacio de trabajo saludable incrementa la productividad de las personas, en torno al 25%. Si se sienten bien, indudablemente, trabajan mejor”.
El concepto de oficina saludable hace referencia a la suma de muchos factores, desde la calidad del aire hasta la correcta distribución de los espacios o la acústica, entre otros.
Cada espacio debe cumplir una serie de requisitos. El primero: que se adapte a la actividad para la que ha sido diseñado, “teniendo en cuenta una serie de parámetros: el número de usuarios; qué tecnología necesitan; si van a colaborar con otros o el trabajo es concentrado…”
El segundo requisito básico de los puestos de trabajo, según Ofita, es que el mobiliario cumpla con las normas ergonómicas. Cuando no es así surgen las patologías tan comunes en una oficina, principalmente dolor de espalda, de cuello y de cabeza.
Este diseño es especialmente importante en el caso de las sillas, responsable de una gran parte de las molestias musculares.
Para que una silla de oficina sea saludable debe respetar las curvaturas normales de la espalda y se debe adaptar a la persona, “por eso debe ser regulable”.
– 1. Al sentarnos en la silla de oficina, debemos adoptar una postura correcta y a partir de ahí nos mantendremos en movimiento activo.
– 2. Hay que tener cuidado al sentarse y levantarse de la silla. Debemos sentarnos controladamente, sin desplomarnos. Mientras estemos sentados debemos mantener la espalda recta y sentarnos lo más atrás posible en la silla, apoyando la columna en el respaldo.
– 3. Para levantarnos, tenemos que apoyarnos con los brazos en los reposabrazos o en los muslos o rodillas y, en todo caso, mantener la espalda recta o ligeramente arqueada hacia atrás, no doblada, mientras nos incorporamos.
– 4. Sentados debemos evitar giros parciales. Lo correcto es girar todo el cuerpo a la vez.
– 5. Se recomienda cambiar de postura frecuentemente, variar las tareas y levantarse de vez en cuando.
– 6. Una mesa de altura regulable es muy recomendable para alternar durante la jornada el trabajar de pie con el trabajar sentados.
– 7. Es importante organizar nuestra mesa, colocando los elementos de mayor uso de forma que pueda alcanzarlos fácilmente.
– 8. Realizar estiramientos dentro y fuera de la oficina nos ayudará a reducir la fatiga y mejorará nuestra circulación.
– 9. Levantar la vista y enfocar a un punto lejano nos ayudará a descansar. También es bueno cerrar los ojos con la ayuda de las palmas de las manos, pero sin presionar.
– 10. Para los dolores de muñecas y dedos un buen ejercicio es lavarse las manos con agua fría a menudo. Esto mejora la circulación y alivia las molestias.
– 11. Para evitar dolores de espalda, es recomendable realizar cada 45 minutos micro descansos de 2 minutos, ejecutando estiramientos de brazos, piernas y columna. Los descansos cortos y regulares son más beneficiosos que las pausas más largas cada menos tiempo.
– 12. De vez en cuando, es bueno también estirar y doblar alternativamente las piernas y trabajar variando la postura de los antebrazos.
– 13. Es importante no utilizar la silla de trabajo en la posición que nos la entreguen. Tenemos que ajustar la altura del asiento, su inclinación… y cuantas regulaciones admitan la silla y mesa de trabajo.
– 14. Intentar alternar el uso del ratón con mano derecha e izquierda indistintamente, para no sobrecargar más un lado que otro de nuestra espalda.
– 15. Realizar ejercicios de respiración. Aspiramos profundamente por la nariz. Aguantamos el aire durante tres segundos. Después espiramos lentamente por la boca: ocho respiraciones cortas seguida de una larga.
– 16. Rodearnos de alguna planta y de objetos que aporten toques de color a nuestro puesto de trabajo nos llenará de energía positiva.
– 17. Para ejercitar los músculos focales, es bueno mirar alternativamente objetos cercanos (a unos diez centímetros) y lejanos (a más de 6 metros) por la ventana, fijándonos en los detalles.
– 18. Para que la oficina sea sana, además de ergonómica, debe respetar al Medio Ambiente. Si el espacio de trabajo está enfermo, también las personas que trabajan en él, se sentirán mal. Por ello, “seamos verdes” en la oficina; nos sentiremos mucho mejor y facilitaremos que nuestros compañeros también se sientan mejor.
– 19. Utiliza cada espacio de la oficina para la finalidad que ha sido diseñado.
– 20. Usa los espacios pensando también en los demás. Habla por teléfono en los espacios habilitados para ello, deja las salas en orden, como te gustaría encontrarlas…
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