El 40% de los profesionales del ámbito sanitario y trabajadores sociales requeriría una valoración detallada del área de salud ocupacional por posible ansiedad y depresión, de acuerdo con el Informe sobre Sanidad extraído del ‘1er Estudio Global sobre Impacto del COVID-19 en la salud de los trabajadores’ de la consultora Affor Prevención Psicosocial. La mayor parte de ellos presenta síntomas visibles, pero no siempre es fácil identificar ante qué tipo de trastorno estamos y cómo afrontarlo. Por estar razón, Affor ha organizado un I Foro Iberoamericano de Gestión de Riesgos Psicosociales en el sector Sanidad y Servicios Sociales, en el que se han compartido las mejores prácticas en este ámbito.
El encuentro ha estado presentado y moderado por Gloria Morgan, Miembro del Comité Asesor de Affor Prevención Psicosocial, y ha contado con la participación de representantes del sector como Luis Manzón, Jefe del servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Daniela Mora, directora de Gestión & Desarrollo de Personas Grupo OMINT y Joan Piñol, Servicios de Salud y Bienestar Emocional de la Fundación Salud y Persona, el Dr. Camilo Eusebio Gómez, Vicepresidente Promoción y Prevención de Positiva ARL (Colombia) y la Dra. Ivonne De la Vega, del Hospital Militar (Ecuador).
Luis Manzón Cuadrado, Jefe de Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el Hospital Universitario Fuenlabrada, ha destacado como factores que han ayudado a gestionar el malestar psicológico del personal sanitario: la gestión de la información, la transparencia y la claridad, la participación, los grupos multidisciplinares y el apoyo social y familiar. En su opinión: “es necesario que nuestros profesionales se desarrollen profesional y emocionalmente. La empatía, es una de las claves, a nivel interno como externo”.
“Es necesario apostar por el liderazgo consciente, y articular el ser con el hacer”, ha destacado Daniela Mora, directora de Gestión & Desarrollo de Personas Grupo OMINT. Desde este grupo se han puesto en marcha diferentes acciones relacionadas con la contención emocional, así como Programas de acompañamiento psicológico a los empleados y acciones de gestión emocional. Ente los aprendizajes de estas buenas prácticas, Daniela destaca la necesidad de articulación entre el ser y el hacer, el buscar un liderazgo consciente y más humano, resignificar el propósito (hay un antes y un después para todos los profesionales de la salud) y la centralidad en el colaborador.
Joan Piñol, de los Servicios de Salud y Bienestar Emociona de la Fundación Salud y Persona ha recordado que «las enfermedades psicosociales son la primera causa de baja laboral en Europa». Según su experiencia, las cifras de los diferentes sectores ponen de relieve la necesidad de gestión la salud psicológica de las personas y las organizaciones.
La situación de los sanitarios
Según el estudio realizado por Affor a nivel global en el que participaron más de 750 profesionales, el 73,3% presenta alteración del sueño y un 61% síntomas de nerviosismo, irritabilidad y tensión, entre otros. La excepcional situación de crisis sanitaria que venimos padeciendo desde hace unos meses coloca a los profesionales sanitarios en una situación de exposición extrema al riesgo de afectación de su salud, no solamente física por el riesgo de contagio, sino también emocional.
“No cabe duda de que sanitarios y servicios sociales son dos de los colectivos en los que mayor está siendo el impacto del COVID-19 en cuanto a desajustes de carácter psicológico. El impacto físico, es palpable y evidente, pero no esperábamos unas consecuencias emocionales tan devastadoras, tras una crisis sanitaria, o social. De situaciones de estrés agudo estamos pasando a estrés crónico y, en algunos casos incluso vemos Síndrome de Estrés Postraumático” explica Carmen Rodríguez, directora del área de Intervención Psicológica de Affor.
“Los riesgos psicosociales en el sector sociosanitario han sido históricamente unas las principales causas de malestar entre los profesionales y, durante la pandemia del COVID-19 se han agravado. Las jornadas de trabajo se están prolongando, los recursos son insuficientes y la exposición a demandas psicológicas a las que nuestros profesionales están teniendo que hacer frente durante esta crisis se han acentuado. Hay que actuar para prevenir el desgaste psicológico de los sanitario y posibles situaciones de ansiedad y estrés ante una crisis marcada por la incertidumbre y que se prevé se alargue en el tiempo”, resume Anabel Fernández, CEO de Affor.
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