La actual pandemia ha causado interrupciones en la atención médica, así como cambios profundos en la forma de trabajar de los empleados, y todo ello impactará de forma importante en los costes y el diseño de los planes de salud de las empresas, según la sexta encuesta anual de Mercer sobre tendencias en Salud ‘MMB Health Trends: 2020 Insurer Survey’ (anteriormente conocida como Medical Health Trends Around the World survey).
Por esta razón, el 68% de las compañías aseguradoras prevé un incremento considerable de solicitudes de atención médica derivadas del tratamiento de la COVID-19. El sondeo, realizado a 59 empresas del sector asegurador durante junio y julio, muestra que en 2021 será fundamental entender la salud y el bienestar como un elemento clave del aumento de la productividad de los empleados y no sólo como un factor potencial para el ahorro en costes.
Según Cristina de Pablo, “Es evidente que la forma en que se facilitan los servicios médicos está experimentando un profundo cambio, fruto de la disrupción provocada por la pandemia en los hábitos laborales y personales. Desde Mercer aconsejamos a las organizaciones que implementen mecanismos de contención de costes que les permitan adaptar sus planes de salud al nuevo escenario”.
Dentro de esta tendencia, Europa se mantiene estable, con una pequeña caída de las tasas de utilización de servicios médicos debido a la demora de tratamientos como consecuencia de la pandemia. En algunos países como Italia aumentará la demanda de servicios privados de salud para evitar las listas de espera en el sistema público, mientras que en los países del Este de Europa se observa un aumento de costes debido a la escalada de salarios de los profesionales médicos.
Así, durante 2020, la previsión de incremento medio en los costes en Europa es del 7,5% de los costes de la atención médica. En el caso de España, se espera una subida del 4,2% durante 2020 y del 5% en 2021 debido al aumento del gasto por la asistencia de urgencia y las hospitalizaciones, ya que los hospitales privados repercutirán los costes (personal, equipos de protección individual y otros dispositivos de prevención, entre otros) a las aseguradoras.
Según el estudio, este escenario global de aumento de costes tiene múltiples causas: expectativa de que los pacientes retomen los tratamientos interrumpidos durante la pandemia, retrasos en el tratamiento de enfermedades crónicas, aumento de las solicitudes de tratamiento derivadas del trabajo en remoto y una vida más sedentaria, tratamientos específicos para la Covid-19 y sus posibles secuelas, saturación del sistema público de salud, aumento general de la demanda de servicios médicos, necesidad de compensar pérdidas provocadas por la pandemia y la repercusión del gasto en equipos de protección individual y otros sistemas de seguridad.
Los expertos de Mercer Marsh Benefits han identificado cuatro tendencias clave que impactarán en la manera en que las organizaciones planificarán sus programas de salud en un escenario post pandémico: la incertidumbre en la cantidad y naturaleza de las solicitudes, el control de los costes, una nueva forma de entender los beneficios y la capacidad para aprovechar los desafíos. Según ellos, para afrontar los retos que plantea el coronavirus, aseguradoras y organizaciones deben aprovechar el momento para reinventarse, buscar oportunidades de eficiencia, impulsar la innovación y priorizar la digitalización para ser más flexibles, diversas y competitivas.
Para Cristina de Pablo, “Comprender los riesgos relacionados con la salud de los empleados y gestionar los programas implantados de forma personalizada a través de iniciativas basadas en el análisis de datos puede mejorar la sostenibilidad y eficiencia de estos programas de beneficios”. Y afirma que “Una estrategia de bienestar adecuada debe abordar tanto el bienestar físico como el mental, el social y el financiero. Incorporar una visión integral de la salud a sus programas favorecerá contar con una plantilla más comprometida y productiva. Todo ello podrá generar un impacto favorable para la empresa”.
Con este nuevo estudio, Mercer pone de relieve las carencias de los sistemas actuales de beneficios de salud para empleados. En su gran mayoría, la tramitación de los servicios requiere de un innecesario papeleo, con dificultades o limitaciones en el acceso digital en remoto al plan de salud para hacer uso de los servicios o realizar ajustes que permitan a los empleados adaptarse a las necesidades de cada momento. Esto demuestra la necesidad por parte de las compañías aseguradoras de implementar o continuar desarrollando plataformas digitales, así como de incorporar un abanico más amplio de servicios que incluya, por ejemplo, una mayor atención a la salud mental o a los planes preventivos.
En este sentido, una buena parte de las compañías aseguradoras dice haber incrementado su oferta de consultas virtuales (del 38% en 2019 al 59% en 2020), un aspecto que han convertido en una parte esencial de su plan de gestión. Por otro lado, más de la mitad (55%) ya ofrece cobertura de servicios de prevención, tales como chequeos médicos, y dos de cada diez aseguran estar en proceso de implantación de estas iniciativas en los próximos dos años.
El papel que juegan los planes de salud promovidos por las empresas será cada vez más importante de cara a facilitar la atención médica que precisan los empleados. Así, por ejemplo, las previsiones de las aseguradoras prevén es que los planes de salud incorporen como cobertura la vacunación frente al Covid- 19 en los próximos años.
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