La prevención, la seguridad y la transparencia guiarán el futuro del mundo laboral tras la pandemia del Covid-19 según Francisco Vázquez, presidente de 3g Smart Group, María Obispo, directora de Talent Engagement de LLYC y Rafael Padilla, CEO de Fagron, quienes han reflexionado sobre la vuelta al trabajo en el marco del webinar “Vuelta a la oficina en la ‘nueva normalidad’. Cómo cuidar los espacios y el talento” organizado por Fagron y moderado por la periodista Cristina Cubero.
La misma naturaleza del virus SARS-CoV-2, que repasaba Rafael Padilla durante su intervención, hace necesario combatirlo desde la prevención: “la desinfección y las mascarillas son muy importantes para reducir la carga viral, pero la prevención es muy importante”. Según Padilla: “Garantizar la seguridad de los empleados en el ámbito laboral ha sido desde siempre una de las prioridades en cualquier entidad, pero ahora será fundamental. En este contexto de incertidumbre, es muy importante que nuestros colaboradores se sientan seguros y sepan si han pasado o no la infección”.
Los test serológicos detectan, en unos 15 minutos, nuestra respuesta inmunológica al virus y como explicó el CEO de Fagron “si tenemos inmunidad significa que ya hemos pasado por la infección”. Por ello, apuntaba que “el uso de test rápidos resulta de gran utilidad para prevenir, aunque recomendamos que siempre haya un acompañamiento facultativo, medico”. “En Fagron, realizamos test serológicos semanalmente a todos nuestros empleados”, porque de ahora en adelante “hacer de la salud un propósito, va a ser fundamental”, afirmó Padilla.
En la misma línea, Francisco Vázquez reafirmaba que el proceso la vuelta a la normalidad va a estar marcado por la salud y las infraestructuras de las sedes corporativas cambiarán substancialmente: “Las oficinas estarán hechas de materiales fáciles de limpiar, tecnologías que eviten el contacto e instalaciones que aseguren la calidad del aire y la filosofía paperless se convertirá, en adelante, en una realidad en todas las oficinas”. Además, el arquitecto apuntó: “Antes asociábamos ‘trabajo’ a lugar físico. Hoy en día la sede corporativa cumple una función distinta, parte de un ecosistema donde las entidades permiten trabajar desde oficina, desde casa o desde cualquier lugar intermedio”.
Por su parte, María Obispo ponía de manifiesto: “Ha cambiado el por qué hacemos las cosas, las motivaciones, no solo el cómo. También ha cambiado la percepción de lo que es y lo que no es esencial”. En este contexto: “el talento cada vez es más exigente y reclama trabajar en entidades responsables con su entorno”, por tanto y según Obispo, demostrar el compromiso de forma integral será una de las claves para retener el talento en el futuro y de ahora en adelante, las organizaciones deberán contar con “estrategias de conexión flexibles y dinámicas y la comunicación tendrá un papel muy importante”.
Los tres portavoces coincidían en la importancia de cuidar la salud de forma integral, no solo la salud física sino también la emocional. “Los espacios comunes son necesarios para la cultura corporativa”, apuntaba Vázquez, pues el contacto diario con los compañeros y el uso de espacios comunes en las oficinas son básicos para fortalecer los vínculos de la entidad con sus empleados. En un contexto como el actual en el que el distanciamiento es una necesidad, hay que asegurar alternativas que motiven a los equipos y que tengan en cuenta sus emociones, algo que, según María Obispo, se consigue a través de “la comunicación y la transparencia”.
En definitiva, se tratará no solo garantizar la seguridad en el ámbito laboral sino de hacerla evidente, con la transparencia como vehículo, para devolver la confianza a los empleados, potenciar el sentimiento de seguridad y minimizar la ansiedad que puede generar la vuelta a la rutina en convivencia con el virus.
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