Es indudable que el COVID-19 implicará cambios de considerable calado en el diseño de oficinas. En primer lugar, necesitaremos tener la seguridad de que trabajamos en oficinas preparadas para evitar las transmisiones de patógenos del futuro y en las que prime la seguridad del empleado.
Las empresas se están replanteando ya el rediseño de sus espacios de trabajo, tanto individuales como colectivos, en lo relativo a aspectos como la distancia entre empleados, recorridos, tamaño de espacios compartidos… para garantizar el retorno seguro a los centros de trabajo, y además ofrecer respuesta a la propia inquietud de los trabajadores.
En este sentido, más del 86% de los empleados de oficinas consultados por Ofita se muestran partidarios de que se instalen pantallas protectoras en sus puestos de trabajo. “Las grandes empresas, los Bancos, compañías de seguros… con sucursales distribuidas por todo el país nos están solicitando estas pantallas como una medida de protección tanto en la relación del empleado con el cliente como en sus oficinas centrales para la propia plantilla”, señala Martín López, director comercial de Ofita.
Estas pantallas transparentes ofrecen un aislamiento individual a cada persona, tanto lateral como frontal. “Permiten tanto el paso de la luz como la comunicación entre compañeros, son muy fáciles de montar y su limpieza es muy sencilla”, explica.
Pero también, veremos cambios en el diseño de los espacios de trabajo más relacionados con la propia percepción que tenemos de las oficinas y las nuevas formas de trabajo, según Ofita, fabricante de mobiliario de oficina.
En primer lugar, tras el regreso a la normalidad se espera un incremento del teletrabajo, “serán más las empresas que faciliten que sus empleados trabajen desde casa algunos días o en momentos puntuales. Por lo tanto, disminuirán en número los puestos de trabajo en la oficina y serán no territoriales, es decir, no asignados a una persona concreta. La función de la oficina será cada día más social, un lugar de encuentro donde compartir experiencias y conocimiento”.
Según el análisis de Ofita, tras este tiempo aislados echamos de menos la socialización de la oficina. En la actualidad, las áreas colaborativas ocupan un 65% de nuestras oficinas, y para más del 80% “es imprescindible” que se mantengan estos espacios en las sedes corporativas.
En opinión del director comercial de Ofita, “tras el confinamiento vamos a acabar saturados de las reuniones online y necesitaremos relacionarnos entre nosotros y en espacios físicos que nos reciban con calor”. En ese sentido, recuerda que los espacios colaborativos fomentan las culturas más participativas y facilitan los procesos de creación e innovación. Además, “para el 78% de los trabajadores encuestados el sentido de pertenencia a una organización cuando se trabajan en la oficina es mayor que cuando se trabaja desde casa”.
Las nuevas oficinas tras el Covid19 serán, según Ofita, un ecosistema híbrido entre espacios privados y colaborativos. “Las oficinas totalmente abiertas ya estaban en declive antes del coronavirus, cada vez vamos más hacia la creación de espacios de oficina que permitan un equilibrio de concentración aislada y colaboración productiva y social”. “Y esta experiencia con el teletrabajo tan intensa que estamos viviendo reforzará esta tendencia”, según Martín López. “Trabajando en casa, hemos aprendido a disfrutar de momentos y espacios más personales y privados, que nos permiten concentrarnos mejor, y al mismo tiempo echamos de menos la relación presencial con nuestros compañeros y colaboradores. Por ello, nuestras dinámicas de trabajo serán más flexibles, “el famoso trabaja donde y cuando quieras”, y las oficinas serán mixtas, áreas de trabajo abiertas conviviendo con espacios más o menos cerrados, tipo cabinas…”.
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