Interface, junto al prestigioso diseñador Oliver Heath, promueve el diseño biofílico como solución para aumentar el bienestar en el lugar de trabajo. Esto se debe a que la biofilia, tendencia basada en la conexión innata del ser humano con la naturaleza, introduce sistemas y procesos naturales en espacios construidos con el objetivo de mejorar la salud, reducir el estrés y aumentar la creatividad y la colaboración.
Vivimos y trabajamos en entornos urbanizados e hiperconectados, sujetos a una demanda constante y alejados del mundo natural. La era digital está transformando profundamente la sociedad, la comunicación y los sistemas de trabajo, y esta situación ha acusado el aumento del nivel de estrés y las bajas laborales relacionadas con estados de ansiedad y depresión. Así, no es casual que entre el 50 y el 60% del absentismo laboral sea hoy resultado directo del estrés, que se ha convertido ya en la segunda causa de baja laboral, según indica la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
En este contexto, el diseño biofílico y su apuesta por reconectar a las personas con la naturaleza a través de los espacios, ha demostrado el impacto positivo que el entorno tiene en el bienestar y en la salud. Más de 50 estudios en todo el mundo han probado y medido los beneficios que reporta el estar en contacto con la naturaleza o con sistemas o materiales que la imiten. La investigación Human Spaces Report, dirigida por el profesor de psicología Sir Cary Cooper e Interface sobre una muestra de 7.600 trabajadores de 16 países diferentes, concluyó que la biofilia aumenta en un 15% el bienestar de los trabajadores, un 15% su nivel de creatividad y un 6% su productividad.
“No cabe duda de que, a través del diseño biofílico, las empresas pueden crear entornos más humanos centrados en el usuario y que han demostrado mejorar el bienestar, reducir el estrés y facilitar el diálogo entre los trabajadores, con el consecuente impacto positivo no solo en las personas, sino también en el rendimiento económico de la compañía”, afirma Roberto Lepori, portavoz de Interface.
Por su parte, el diseñador biofílico Oliver Heath añade, “En esencia, los espacios biofílicos nos ayudan a recargar energías, mejorar el bienestar y la salud de los usuarios mediante la activación de partes del cerebro asociadas a sentimientos positivos como la empatía. Permite además crear una mayor sensación de unidad, vecindad y pertenencia y fomenta las interacciones positivas entre personas, la cooperación y su apego emocional, menos centrados en el interés propio”.
Evidencia de la eficacia de este método de mejora y saneamiento del entorno laboral, el diseño biofílico se está afianzando a nivel mundial de la mano de gigantes tecnológicos que se plantean esta mejora del entorno como estrategia empresarial para recuperar el bienestar de sus empleados. Grandes compañías han empezado a sumarse a esta corriente empresarial, como por ejemplo las oficinas de Consultora inmobiliaria CBRE en Madrid o las de Isofis Nanterre y Fia-Net en Paris.
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